Actualizado: viernes, 11 septiembre 2015 19:20

KIEV, 11 Sep. (Reuters/EP) -

El presidente ucraniano, Petro Poroshenko, ha asegurado este viernes que pedirá la retirada de las fuerzas rusas de Ucrania y el cierre de la frontera con Rusia cuando se reúna el 2 de octubre con los líderes de Rusia, Alemania y Francia en Paris.

"Una completa retirada de todas las fuerzas de ocupación del territorio ucraniano y cerrar la frontera rusa-ucraniana: serán las dos principales condiciones para la paz y la estabilidad en el Donbass", ha afirmado Poroshenko.

"No tenemos ninguna guerra civil. No tenemos ningún conflicto interno. Es muy simple. Se está agrediendo y ocupando a una Ucrania independiente. Está absolutamente claro que el agresor es Rusia", ha denunciado el presidente.

Poroshenko ha mostrado su preocupación porque se está negando el acceso a los expertos de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) en las áreas más sensibles de la frontera entre Rusia y Ucrania, donde los supervisores podrían pedir la retirada de tropas y de armas pesadas.

El 31 de agosto, el presidente ucraniano y su Gobierno fueron sorprendidos por los disturbios protagonizados por nacionalistas a las afueras del Parlamento, después de que los diputados aprobasen dar mayor autonomía a las zonas rebeldes. Tres guardias ucranianos murieron y decenas de personas resultaron heridas cuando se lanzó una granada desde la multitud.

El líder ucraniano ha sido objeto de críticas de algunos aliados políticos en su país por aparentemente conceder demasiado a los separatistas prorrusos en un acuerdo de paz negociado por las cuatro potencias en Minsk, Bielorrusia.

La violencia en el este de Ucrania, donde las fuerzas gubernamentales y separatistas se han enfrentado, ha disminuido su mayoría desde el de septiembre han disminuido su mayoría desde el 1 de septiembre bajo un alto al fuego acordado en Minsk.

Sin embargo, un portavoz del Ejército de Kiev aseguró el jueves que unos 30.000 soldados rusos y 10.000 combatientes separatistas permanecen en la región del Donbass. El Kremlin niega que sus tropas estén ocupando la zona.

La rebelión separatista estalló en abril de 2014 después de que Rusia se anexionara Crimea en respuesta al derrocamiento del presidente pro-Moscú en Kiev por los manifestantes ucranianos, y la sucesión por Poroshenko, un líder próximo a Occidente.

Se estima que casi 8.000 personas han muerto en el conflicto y varios miles han resultado heridos, según las cifras del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos.

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