El presidente de Burundi accede al diálogo y a liberar a prisioneros para acabar con la crisis

El presidente de Burundi, Pierre Nkurunziza, y Ban Ki Moon
EVRARD NGENDAKUMANA / REUTERS
Europa Press Internacional
Actualizado: martes, 23 febrero 2016 17:32

NAIROBI, 23 Feb. (Reuters/EP) -  

 El presidente de Burundi, Pierre Nkurunziza, ha accedido a iniciar un "diálogo inclusivo" para acabar con la crisis política, así como a liberar a los prisioneros y levantar la censura mediática, según ha anunciado este martes el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki Moon.

"El presidente Nkurunziza ha confirmado que se comprometerá con un diálogo inclusivo", ha dicho Ban en la rueda de prensa que ha ofrecido desde Burundi, donde se encuentra de visita oficial, precisamente, para ayudar a superar la crisis política.

Ban ha revelado que, a petición suya, "representantes de los actores políticos, tanto del Gobierno como de la oposición, se sentaron juntos la pasada tarde para discutir el futuro del país". "Y nada impide que sigan por este camino", ha animado.

El jefe de la ONU ha recordado que la reconciliación nacional ya fue posible en Burundi con los pactos que pusieron fin a la guerra civil en 2005. "Estos acuerdos nacieron de la voluntad de los antiguos enemigos para sentarse a la misma mesa y ser socios en el futuro", ha resaltado.

Ban ha instado a las partes a reeditar el consenso reuniendo "el coraje y la confianza que hagan que el proceso político sea creíble y garantice que la gente de esta bella nación pueda otra vez vivir en paz y disfrutar de los Derechos Humanos".

El secretario general ha explicado que, como "gestos de buena voluntad", Nkurunziza ha accedido a liberar "una lista de 1.200 detenidos", cancelar órdenes captura y retirar "algunas prohibiciones a la prensa".

"Le he dicho que, aunque agradezco esta apoyo generoso, espero que tome medidas adicionales", ha dicho el político surcoreano, subrayando que sería "un paso alentador", según recoge un comunicado de Naciones Unidas.

Ban ha indicado que el enviado especial, Jamal Benomar, "ha desplegado a su equipo en Burundi" para trabajar con el Gobierno, apoyando "un diálogo político inclusivo y creíble", y asesorando en temas de seguridad.

Más de 400 personas han muerto desde abril cuando Nkurunziza anunció que optaría a un tercer mandato, desencadenando protestas en las calles y un intento de golpe de Estado. Los partidos de la oposición denunciaron que era inconstitucional, pero la justicia le dio la razón y acabó imponiéndose en las elecciones celebradas en julio.

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