El presidente del Kurdistán iraquí asegura que se verá obligado a buscar "nuevas formas de relación" con Bagdad

Europa Press Internacional
Actualizado: lunes, 3 junio 2013 17:17

ERBIL (IRAK), 3 (Reuters/EP)

El presidente de la región autónoma de Kurdistán, en el noreste de Irak, Masud Barzani, ha revelado que la región se verá forzada a buscar "nuevas formas de relación" con el Gobierno central de Bagdad si las negociaciones no logran resolver sus disputas sobre el petróleo y el territorio.

Barzani ha señalado a la agencia de noticias Reuters que esta ronda de negociaciones, que comenzó el mes pasado, es la última oportunidad que tienen ambas partes para poner fin a un disputa que ha puesto a prueba la unidad federal de Irak.

"Las actuales conversaciones representan la última oportunidad", ha declarado Barzani. "La postura de Bagdad se ha suavizado pero en la práctica no se han producido avances", ha añadido. "O bien somos capaces de alcanzar un acuerdo (...) o tendremos que pensar en nuevas formas de relación entre la región y Bagdad", ha afirmado el presidente de la región autónoma, que se ha negado a aportar más explicaciones.

Esta región del norte de Irak también ha llevado a cabo políticas energéticas y de exteriores independientes, contrarias a las directrices de Bagdad. En los últimos años, el Kurdistán iraquí ha firmado contratos en sus propios términos con empresas petroleras, tales como Exxon Mobil, Total o Chevron. Esos contratos han provocado la ira del Gobierno central que insiste en tener la titularidad de la explotación del petróleo iraquí.

Además, el Kurdistán solía transportar el crudo a través de una red de oleoductos controlados por el Ejecutivo central y recibía una parte del presupuesto nacional. Sin embargo, las exportaciones a través de oleoducto se interrumpieron el pasado diciembre debido a unas disputas sobre los pagos a las compañías petroleras que operan en la región.

El Kurdistán considera que la Constitución le permite explotar los recursos que se encuentren en su territorio y está construyendo el tramo final de un oleoducto independiente para evitar usar el controlado por el Gobierno central. El nuevo oleoducto podría transportar al día el equivalente de 300.000 barriles de crudo a través de Turquía.

Turquía ha estrechado sus relaciones energéticas con el gobierno regional de Barzani a pesar de las objeciones de Estados Unidos, que teme que la creciente independencia de sus políticas petroleras pueda degenerar en la desintegración de Irak.

"Ambos lados (Turquía y el gobierno de Kurdistán) están decididos a hacer progresos en su relación", ha expresado Barzani. "Cuando tienes petróleo, éste encuentra su propio camino", ha concluido.

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