El presidente turco pide a Netanyahu que respete las fronteras del 67

Actualizado: sábado, 21 mayo 2011 21:02


NUEVA YORK, 21 May. (EUROPA PRESS) -

El presidente de Turquía, Abdulá Gul, pidió este sábado al movimiento islamista Hamás que analice la posibilidad de reconocer la existencia del Estado de Israel como requisito para avanzar en el proceso de paz, pero pidió igualmente al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, que ceda en sus pretensiones y acepte un Estado palestino delimitado por las fronteras previas a la ocupación territorial de 1967.

En una entrevista concedida al 'Wall Street Journal', Gul reconoció que el presidente estadounidense, Barack Obama, "tiene parte de razón" a la hora de cuestionar la manera en la que Israel se está posicionando respecto al movimiento islamista que domina la Franja de Gaza. Israel considera a Hamás una organización terrorista mientras que el grupo palestino, responsable habitual del lanzamiento de cohetes contra suelo israelí, se niega categóricamente a reconocer a Israel como una entidad política.

En este sentido, Gul aseguró que había recomendado al exiliado líder de Hamás, Jaled Meshal, que "sea razonable" sobre este aspecto en una entrevista que mantuvieron en Ankara en 2006.

Gul cree que Hamás está dispuesto a reconocer a Israel siempre y cuando el Estado hebreo acepte la posibilidad de un estado palestino reconocido bajo las fronteras previas a la guerra del 67, lo que supondría aceptar la ilegalidad de su ocupación en Cisjordania, los Altos del Golán y Jerusalén Este.

Las declaraciones de Gul son especialmente significativas habida cuenta del deteriorado estado de las relaciones entre Turquía e Israel tras la violentísima operación militar israelí sobre la Franja de Gaza de finales de 2008, que se cobró la vida de más de un millar de palestinos, y la muerte de nueve activistas turcos durante la acción de un comando israelí contra la Flotilla de la Libertad, el pasado mes de mayo.

En última instancia, Gul aplaudió el discurso del presidente Barack Obama sobre la situación en el mundo árabe, en especial la parte referida a la condonación de la deuda a Egipto y Túnez tras las revoluciones populares experimentadas por ambos países.

En este sentido, Gul recomendó la creación de un "superfondo" guiado bajo los auspicios del Banco Mundial para los países de Oriente Próximo, además de la donación económica "tradicional" que pudieran realizar países occidentales.