VARSOVIA, 9 Ene. (EUROPA PRESS) -
El primer ministro polaco, Jaroslaw Kaczynski, consideró hoy que el país se enfrenta a una "crisis nacional", después de la repentina renuncia de Stanislaw Wielgus al Arzobispado de Varsovia, tras admitir que las acusaciones que lo relacionaban con la policía secreta del antiguo régimen comunista eran ciertas.
La dimisión de Wielgus durante la ceremonia formal de su nombramiento, dos días después de ser designado para el cargo, provocó gran conmoción entre la opinión pública de Polonia, un país profundamente católico. Además, ayer se conoció la renuncia del párroco de la catedral de Wawel, en Cracovia, también acusado de colaborar con los servicios secretos comunistas.
En declaraciones a la emisora estatal Radio 1, el primer ministro elogió al Papa Benedicto XVI por aceptar la dimisión de Wielgus en el último minuto, considerando que fue "la decisión correcta". Kaczynski, cuyo partido, el conservador Ley y Justicia, ha querido acabar con los vestigios de la influencia comunista en Polonia y fortalecer los valores cristianos tradicionales, también advirtió del daño que este escándalo iba a causar en la Iglesia del país.
El jefe del Ejecutivo, que es hermano gemelo del presidente del país, Lech Kaczynski, consideró que la Iglesia es una "institución nacional" y religiosa en el país. "Por eso esta crisis es una crisis nacional, una crisis muy difícil", indicó.
Kaczynski subrayó que la Iglesia desempeñó "un papel inequívocamente positivo y heroico" en su oposición al régimen comunista, advirtiendo que debido a esta polémica está siendo "casi acusada de participación en el sistema" comunista.
"Tenemos que encontrar una salida, por encima de todo. Tenemos que hacer, de manera intensa, que la nación sea consciente de quiénes fueron las víctimas y quiénes las ejecutaron, y es necesario acabar con los ejecutores", agregó. Sin querer entrar en más detalles, el primer ministro consideró que, 17 años después de la caída del comunismo, Polonia necesita todavía erradicar las influencias persistentes de la Policía secreta.