Archivo - El presidente de Rusia, Vladimir Putin, junto a su primer ministro, Mijail Mishustin - Europa Press/Contacto - Archivo
MADRID, 26 Jun. (EUROPA PRESS) -
El primer ministro de Rusia, Mijail Mishustin, ha puesto en valor la colaboración y buena comunicación de las máximas autoridades del país para aplacar el "intento de rebelión" del principal responsable del paramilitar Grupo Wagner, Yevgeni Prigozhin.
"En estos días el país ha enfrentado otro desafío, se ha intentado desestabilizar la situación interna de Rusia. Los miembros del Gobierno estaban en sus puestos, bajo el liderazgo del presidente (Vladimir Putin) actuaron con claridad, armonía y en todos los niveles mantuvieron la estabilidad", ha dicho Mishustin.
De acuerdo con el jefe de Gobierno ruso, esta reacción de las principales autoridades políticas del país euroasiático fue imprescindible para "proteger a los ciudadanos ante todas las posibles amenazas emergentes" y para evitar que la situación pudiera empeorar, según recoge la agencia de noticias TASS.
En este contexto, Mishustin ha aprovechado para suscribir las declaraciones de Putin al respecto del intento de rebelión de Prigozhin y ha aseverado que Occidente despliega "toda su maquinaria militar, económica y de información" contra Rusia.
"En esencia, hoy en día hay una lucha por el derecho a elegir nuestro camino, basado en los intereses nacionales en beneficio de nuestro pueblo. Lo principal en estas condiciones es garantizar la soberanía e independencia de nuestro país, y la seguridad y el bienestar de los ciudadanos", ha añadido.
Para alcanzar este fin, Mishustin considera que es imprescindible "la unidad de todas las fuerzas", que deben aglutinarse en torno a la figura del presidente Putin para tomar "decisiones conjuntas bien pensadas para resolver de manera efectiva las tareas establecidas por el jefe de Estado".
La rebelión de los paramilitares del Grupo Wagner, liderada por Prigozhin, comenzó a última hora del viernes con la toma de la ciudad rusa de Rostov, sede del mando sur del Ejército ruso, con la intención de dirigirse hacia Moscú para pedir explicaciones al Ministerio de Defensa por matar presuntamente a sus hombres en un bombardeo.
En pleno pulso con el Kremlin y a pocos cientos de kilómetros de Moscú, el convoy dio media vuelta en la tarde del sábado gracias a la mediación del presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, en un acuerdo para parar la revuelta, amnistiar a los mercenarios y mandar al exilio a Bielorrusia a Prigozhin.