TÚNEZ 2 Jul. (Reuters/EP) -
El primer ministro tunecino, Ali Larayedh, ha declarado que es "improbable" que la situación que está aconteciendo en Egipto tenga lugar en Túnez, la cuna de la 'Primavera Árabe', y que confía en el saber hacer del pueblo tunecino.
"Nuestro enfoque se caracteriza por el consenso y la aprobación", ha subrayado Larayedh. "La posibilidad de que en Túnez se dé un escenario como en Egipto es improbable porque confío plenamente en el saber hacer de los tunecinos y en su capacidad para medir el potencial de su país", ha agregado en una entrevista a France 24.
En Túnez, la división entre laicos e islamistas ha aumentado desde el derrocamiento del ex presidente Zine el Abidine Ben Alí hace más de dos años. Posteriormente, los disturbios se extendieron a otros países árabes como Egipto, Libia, Yemen, Bahréin y Siria con el mismo objetivo, derrocar a sus presidentes.
El papel del Islam ha adquirido mayor relevancia en la sociedad tunecina y se ha consagrado en la nueva Constitución, no obstante, las divisiones se consideran menos graves que las que hay hoy en día en Egipto.
El pasado marzo, el partido islamista tunecino Ennahda respondió a la presión que estaba ejerciendo la oposición laica y aceptó el nombramiento de ministros independientes. La oposición ha afirmado que Ennahda quiere controlar todos los aspectos de ámbito estatal.
Este lunes, Eduardo Del Boy, un portavoz adjunto de Naciones Unidas, aseguró que temía que las consecuencias de la situación en Egipto pudiesen extenderse a otros países de la región.
"El mundo está pendiente de lo que ocurre en Egipto" y, además, "el destino de este proceso de transición en Egipto tendrá un impacto significativo en otros países que también estén en proceso de transición en la región", indicó Del Boy.