Archivo - El primer ministro de Ucrania, Denis Shmigal - -/Ukrinform/dpa - Archivo
El jefe de Gobierno ha señalado que la decisión de abandonar la actividad en Ucrania es una especie de sanción encubierta al país que ha sido invadido, y ha catalogado la vuelta de las empresas como "una manifestación de verdadera solidaridad".
Según un informe del Ministerio de Economía ucraniano, más de 600 empresas han participado en el programa gubernamental para la reubicación de sus sedes desde áreas donde las hostilidades siguen su curso. Más de la mitad de ellas ya ha retomado su actividad en regiones occidentales del país.