PEKÍN, 11 Nov. (EUROPA PRESS) -
Centenares de efectivos de los servicios de rescate prosiguen la difícil búsqueda de los 22 mineros chinos que continúan desaparecidos tras la explosión de gas que se produjo el pasado miércoles y se ha cobrado la vida de 21 de sus compañeros en una galería de carbón de una mina de la provincia de Yunan (sur de China).
"La situación bajo tierra es muy complicada. Solo pueden bajar seis efectivos a la vez por la intensidad del gas. Si bajamos demasiados, podríamos provocar con facilidad otro accidente", declaró uno de los integrantes de la misión, de apellido Li, a la agencia oficial de noticias china Xinhua.
Potentes ventiladores trabajan desde hace horas para extraer de la mina de Sizhuang el exceso de gas metano mientras se desarrolla la limpieza de escombros en el pozo donde esperan encontrar a los supervivientes de la explosión.
Por su parte, la Policía ha acordonado el perímetro de la boca de la mina, que ahora está completamente cubierto de polvo de carbón, mientras más de una treintena de ambulancias permanecen aparcadas a la espera de los supervivientes.
"También tenemos que reparar el equipo electromecánico y limpiar las tuberías dañadas que bloquean el túnel", añadió Li, que forma parte de una misión absolutamente prioritaria para las autoridades. "Tenemos que rescatar a toda costa a esos mineros", aseveró a primera hora de este viernes el director adjunto de la Administración Estatal de Seguridad Laboral, Zhao Tiechui.
Las posibilidades de encontrar con vida a los mineros son reducidas y se basan en conjeturas que giran en torno a la posibilidad de que algunos de ellos hayan podido refugiarse del derrumbe de la galería en los vehículos que empleaban para transportar el carbón.
"No tenemos noticias de su estado, pero me temo que sus posibilidades de supervivencia son muy escasas", declaró el hermano pequeño del minero atrapado Xu Zhengliang.