Qatar y Arabia Saudí presionan para dar más apoyo a los rebeldes sirios

Actualizado: miércoles, 20 febrero 2013 18:04

RIAD/DOHA, 20 Feb. (Reuters/EP) -

Los Gobiernos de Arabia Sauí y Qatar están presionando a la comunidad internacional para que dé un apoyo más firme a los rebeldes sirios que desde mediados de marzo de 2012 combaten para derrocar al régimen que preside Bashar al Assad.

Los dos países, que apuestan claramente por la caída del régimen de Al Assad, están presionando a las potencias occidentales para que respalden a los rebeldes en su lucha, con el argumento de que el apoyo a determinados grupos opositores permite garantizar que las facciones islamistas no se hacen con el poder cuando caiga el presidente Al Assad.

Estados Unidos y Europa han rechazado armar a los grupos rebeldes sirios ante el temor de que ese armamento acabe finalmente en manos de grupos suníes ultraortodoxos próximos a grupos terroristas como Al Qaeda.

El presidente Al Assad ha mencionado en reiteradas ocasiones a esos milicianos islamistas suníes, considerados los más violentos en el frente de batalla, para justificar la violenta represión de sus fuerzas de seguridad contra los opositores, en el marco de un conflicto que ha acabado con la vida de unas 70.000 personas desde mediados de marzo de 2011.

Los atentados terroristas perpetrados por grupos de milicianos islamistas como el Frente Al Nusra, vinculado a Al Qaeda, contra la minoría alauí en Siria han provocado un aumento de los enfrentamientos sectarios en otros países árabes y en el Golfo Pérsico.

Estados Unidos decidió en diciembre de 2012 incluir al Frente al Nusra en su lista de grupos terroristas. Sin embargo, Arabia Saudí y Qatar han hecho hincapié en cuanto más largo sea el conflicto en Siria, más fuertes serán los grupos islamistas, mientras que los otros grupos opositores afrontarán dificultades si no logran ayuda exterior, según analistas, diplomáticos y altos cargos del Golgo Pérsico.

Los líderes políticos del Golfo Pérsico mantienen que acelerar la caída del régimen de Al Assad reducirá la influencia de los milicianos islamistas en Siria y, por extensión, de Irán, un tradicional aliado de Al Assad.