COLOMBO 20 May. (Reuters/EP) -
El presidente de Sri Lanka, Mahinda Rajapaksa, ha puesto en libertad al que fue su gran instrumento de guerra en la victoria contra los rebeldes tamiles y posterior rival político, el general Sarath Fonseka, para apaciguar las críticas contra su Gobierno por la detención del militar, considerado preso político por Estados Unidos.
El general Fonseka, cuyo estado de salud se ha deteriorado en los úttimos meses, será puesto en libertad a lo largo de mañana lunes, una vez se envíe la autorización presidencial al Ministerio de Justicia, según informó el portavoz del presidente, Bandula Jayasekara.
Fonseka fue detenido en febrero de 2010, acusado de desviar fondos en el transcurso de su campaña presidencial para arrebatar el poder a Rajapaksa aprovechando su popularidad tras derrotar a los rebeldes tamiles y poner fin a más de un cuarto de siglo de violentísimo conflicto armado. El general también fue detenido por acusar al hermano del presidente, Gotabaya Rajapaksa, de ordenar la ejecución de rebeldes tamiles que se habían rendido a las fuerzas militares ceilandesas.
No obstante, muchos ceilandeses creen que la encarcelación de Fonseka fue una maniobra orquestada por Rajapaksa, temeroso de que su antiguo aliado pudiera organizar un golpe de Estado si fracasaba su apuesta electoral.
Sin embargo, el propio Fonseka no está libre de investigación. ONG pro Derechos Humanos denuncian masacres cometidas tanto por militares a las órdenes de Fonseka como por los tamiles durante los últimos meses de la guerra civil, concretamente en abril de 2009, durante una campaña de bombardeos sobre reductos de los rebeldes abarrotado de civiles que fueron empleados como escudos humanos por los tamiles, y que dejó miles de fallecidos, entre ellos mujeres y niños.
Rajapaksa se ha mostrado desafiante ante las peticiones de Estados Unidos para que desmilitarice la antigua zona de guerra del norte del país, tal y como solicitó el pasado viernes la secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton. Ayer, en el tercer aniversario del fin del conflicto --declarado con la rendición de los tamiles tras la muerte de su líder, Velupillai Prabhakaran--, el dirigente volvió a insistir en su negativa.
"Hay muchos que gritan que los campamentos de las fuerzas de seguridad en estas zonas deben ser retirados. Nos preguntan por qué no se retiran", ha indicado. "Debemos preguntarnos si estamos en condiciones de retirar los campamentos de las Fuerzas Armadas en el norte y reducir nuestra atención a la seguridad nacional", ha añadido y ha concluido que "eso no es posible". Además, ha señalado que el norte se encuentra bajo un régimen civil y no militar.