R.Checa/UE.- Barroso amenaza a la República Checa con quedarse sin comisario si no ratifica el Tratado de Lisboa

Actualizado: martes, 13 octubre 2009 19:24

El Gobierno checo descarta reabrir el proceso de ratificación y negocia con Klaus la fórmula de una declaración política en el Tratado

BRUSELAS, 13 Oct. (EUROPA PRESS) -

El presidente de la Comisión Europea, Jose Manuel Durao Barroso, reclamó este martes al presidente checo, Vaclav Klaus, dejar de poner obstáculos "artificiales" a la ratificación del Tratado de Lisboa, recordó que fue el propio Klaus quien solicitó el ingreso de su país en la Unión Europea y llegó a amenazar a Praga con perder a su comisario en el futuro Ejecutivo comunitario si se niega a estampar su firma en el texto.

"Sin el Tratado de Lisboa, si mantenemos (el Tratado de) Niza, tenemos que reducir el número de comisarios. Por lo tanto, la única manera que tiene la República Checa de garantizar que mantiene su comisario es que el Tratado de Lisboa esté en vigor", dijo Barroso en rueda de prensa junto al primer ministro checo, Jan Fischer, con quien se reunió en la sede de la Comisión Europea para abordar las condiciones que Klaus ha puesto para ratificar el Tratado.

En este momento, el comisario que tiene la República checa en el equipo de Barroso es el socialdemócrata Vladimir Spidla, que ocupa la cartera de Empleo y Asuntos Sociales.

Tras el 'sí' irlandés en el referéndum del pasado 2 de octubre y después de que Polonia rubricara el documento el pasado sábado día 10, sólo las reservas procedentes de Praga paralizan su entrada en vigor. Además del recurso interpuesto ante el Tribunal Constitucional por un grupo de senadores, Klaus se ha desmarcado con nuevas exigencias al reclamar una excepción a la Carta de Derechos Fundamentales incluída en Lisboa.

El presidente checo quiere un acuerdo similar al que arrancaron Polonia y Reino Unido a los 27 alegando que quiere protegerse frente a posibles reclamaciones por las propiedades confiscadas a los alemanes de la región de los Sudetes tras la Segunda Guerra Mundial.

El primer ministro checo intentó este martes desmarcarse de la posición de Klaus al asegurar que el Gobierno "no ha cambiado de posición" respecto al Tratado y que apoya el proceso de ratificación para que pueda entrar en vigor aunque admitió que "no es ningún secreto" que el presidente ha puesto "condiciones adicionales" para ello.

En todo caso, descartó que ello suponga reabrir el proceso de ratificación en los 27 y apuntó a que la fórmula legal para contentar a Klaus sin necesidad de someter el texto nuevamente al veredicto del resto de Estados miembros pase por una "breve declaración política" que contemple en un futuro la redacción de un "protocolo" recogiendo las especificidad checa.

Barroso coincidió con Fischer en que "no es aceptable" reabrir el proceso de ratificación no por una cuestión de "dogmatismo" sino porque "no tiene sentido". "Sería absurdo, completamente surrealista", remachó Barroso, que confió en que el Consejo Europeo encuentre a finales de octubre "una solución" para que se pueda ratificar el Tratado. "No le interesa a nadie, y por supuesto tampoco a la República Checa, tener más retrasos para funcionar normalmente".

El presidente del Ejecutivo comunitario quiso dejar claro también que Bruselas "respeta completamente" el orden constitucional checo y que esperará a la sentencia del alto Tribunal sobre el recurso de los senadores pero que "tan pronto como lo haga" espera que el país "cumpla sus compromisos" que ha adquirido.

LA IMAGEN DE LA REPUBLICA CHECA

Barroso animó igualmente al primer ministro checo, en cuya "buena fe" dijo confiar plenamente, a encontrar una solución a un asunto que todavía no está claro en el propio debate interno checo, y a discutir con la presidencia sueca del Consejo para permitir que el Tratado entre en vigor a finales de año.

Fischer, que habló hoy con Klaus e informó de que se ha creado un grupo de trabajo para abordar el asunto de la ratificación, se mostró convencido de que se llegará a un acuerdo y garantizó que el Gobierno "hace todo lo que puede" para mantener la "buena imagen" del país. "No puedo imaginar el fracaso del Tratado de Lisboa. Este fracaso no contribuiría a la buena imagen de la República Checa", admitió. "Vamos a seguir buscando una solución claramente formulada para todo el mundo que discutiremos más tarde", garantizó el primer ministro.