MADRID, 17 Ago. (EUROPA PRESS) -
La mezquita cairota de Al Fath, donde permanecían atrapados más de un centenar de seguidores del presidente depuesto Mohamed Mursi, ha abierto de nuevo sus puertas, pero las fuerzas de seguridad continúan apostadas en la entrada del edificio, de acuerdo con las imágenes retransmitidas por la cadena egipcia ONTV.
Levantado el toque de queda a las 7.00 de la mañana (misma hora peninsular española), el flujo de personas que se acercaban y entraban a la mezquita, ubicada en la plaza de Ramsés, se ha intensificado. Una veintena de policías han permanecido en la entrada, en formación.
Civiles han sacado en volandas a una persona del interior de la mezquita. La Policía ha entrado de forma pacífica en el edificio, al tiempo que una gran multitud se ha arremolinado en la entrada. Algunas personas han llevado consigo comida y bebida para las personas que aún permanecen en la mezquita de Al Fath.
Algunos activistas que han pernoctado en la mezquita de Al Fath han denunciado el uso de gas lacrimógeno por parte de las fuerzas de seguridad, algo que las autoridades egipcias han desmentido. Imágenes emitidas por la cadena ONTV han mostrado a un activista utilizando un extintor en la entrada de la mezquita, bloqueada por una barrida.
Hasta entonces, la Policía antidisturbios no había logrado irrumpir en la mezquita de la plaza de Ramses, donde han tenido lugar fuertes enfrentamientos a lo largo de la jornada del viernes. Alrededor de un centenar de personas han muerto en los altercados y 500 seguidores de Mursi han sido detenidos.
Medios estatales han informado de que el Ejército habría facilitado una "salida segura" durante el transcurso de la noche, en respuesta a la petición del director del Sindicato de Doctores, Jairy Abdel Dayem. Los 1.500 manifestantes --de entre ellos 70 heridos-- y 31 médicos que, según Abdel Dayem permanecen en el interior de la mezquita, se han negado a salir por el temor de ser "arrestados y humillados" por las fuerzas de seguridad.
