NUEVA YORK 30 Abr. (Reuters/EP) -
El régimen sirio ha asegurado este martes que desconfía de la veracidad de las acusaciones de Estados Unidos y Reino Unido sobre el empleo de armas químicas en territorio sirio, al tiempo que ha emplazado a Naciones Unidas a enviar científicos al país para investigar si se han usado esas armas.
El embajador de Siria ante Naciones Unidas, Bashar Jaafari, ha acusado a "grupos terroristas armados" --el término con el que el régimen suele referirse a los opositores armados-- de haber lanzado este lunes en zonas pobladas de la ciudad de Saraqueb, en el norte de Siria, bolsas de plástico con un polvo que "probablemente" corresponde a "algún tipo de material químico".
"Muchas personas han resultado afectadas por este acto irresponsable y atroz y los heridos, así como las víctimas, han manifestado síntomas similares a los experimentados por el uso de armas químicas", ha afirmado Jaafari, en una rueda de prensa en la sede de Naciones Unidas en Nueva York.
Varios grupos opositores han acusado al régimen que preside Bashar al Assad de haber sido el responsable de ese ataque. Jaafari ha afirmado, sin embargo, que los rebeldes habían "acordado de antemano" que las víctimas fueran trasladadas a Turquía para que las pruebas del uso de armas químicas pudieran ser recopiladas y poder culpar así al Gobierno de lo sucedido.
El presidente estadounidense, Barack Obama, ha afirmado este martes que hay pruebas que demuestran el empleo de armas químicas en Siria pero todavía no se ha determinado qué bando las ha empleado o, incluso, si han sido usadas tanto por el régimen como por los rebeldes.
Estados Unidos y Siria mantienen que una investigación de Naciones Unidas sería el mejor modo de aclarar si se han empleado armas químicas. Sin embargo, más de seis semanas después de que Siria solicitara esa investigación, el régimen de Bashar al Assad todavía no ha autorizado la entrada de los técnicos de la ONU.
El régimen sirio y los rebeldes se han acusado mutuamente del empleo de armas químicas en Homs en diciembre de 2012 y en Alepo en marzo pasado. El equipo de investigadores de Naciones Unidas sólo investigará, el ataque de Alepo, aunque el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki Moon, quiere que indague sobre los dos ataques.
"Permítannos cumplir de manera creíble, imparcial e independiente la investigación" de Alepo, ha subrayado Jaafari. "Entonces si el Gobierno sirio y el secretario general (de la ONU) y los miembros del Consejo de Seguridad creen que esas otras acusaciones son también creíbles, el Gobierno siro estudiará la posibilidad de pedir otra investigación", ha explicado el embajador sirio.
Jaafari ha indicado que el régimen sirio y Naciones Unidas se han intercambiado hasta el momento 17 cartas sobre el acceso de los investigadores de la ONU a Siria. El presidente estadounidense ha advertido al Gobierno sirio de que el empleo de armas químicas tendría consecuencias, aunque no ha llegado a especificarlas. En rueda de prensa, Obama ha indicado que ha pedido a la cúpula militar estadounidense que prepare opciones de actuación en Siria, aunque no ha querido aportar más detalles.
Estados Unidos y Reino Unido afirmaron la semana pasada que tiene pruebas del empleo de armas químicas en Siria y apuntaron que se trataría de gas sarín, una sustancia que nunca se había empleado en un conflicto que ha acabado con la vida de más de 70.000 personas.
"Tenemos un problema por la credibilidad que merecen los que están haciendo estas acusaciones porque ellos están involucrados en apoyar a los grupos terroristas y a los grupos armados en Siria", ha afirmado el embajador sirio. Tanto Estados Unidos como Reino Unido han facilitado apoyo no letal a los grupos opositores armados que combaten en Siria.
"El Gobierno sirio cree que el único modo de que la investigación determine la verdad de lo que ha ocurrido es yendo a Siria y realizando investigaciones sobre el terreno y no visitando capitales por aquí y por allá", ha explicado Jaafari.
La Organización para la Prohibición de las Armas Químicas, que colabora con Naciones Unidas en sus investigaciones, ha dejado claro que las acusaciones de empleo de armas químicas realizadas por países ooccidentales apoyándose en fotografías, bombardeos esporádicos y trazas de toxinas no cumplen los estándares de prueba para los investigadores de la ONU.