MADRID, 23 Jul. (EUROPA PRESS) -
Las fuerzas de seguridad de Camerún han abierto fuego este martes para intentar contener un motín en la prisión de Kondengui, en la que se encuentran encarcelados numerosos separatistas de las regiones de mayoría anglófona, sin que haya informaciones sobre víctimas.
El motín estalló a última hora del lunes en las instalaciones, lo que llevó a las autoridades a reforzar el despliegue en la cárcel. La cárcel es una de las más importantes del país.
En la cárcel se encuentran además varios líderes del opositor Movimiento para el Renacimiento de Camerún (MRC) detenidos durante una serie de manifestaciones contra el Gobierno celebradas durante los últimos meses.
Según las informaciones facilitadas por el diario local 'Journal du Cameroun', la prisión de Kondengui tiene capacidad para menos de 2.000 detenidos, si bien en la actualidad hay un total de 5.000 presos en las instalaciones.
Vídeos grabados por varios reos y publicados en la red social Facebook muestran a presos coreando 'Ambazonia se levanta' mientras lanzan objetos contra las fuerzas de seguridad, tal y como ha recogido la agencia de noticias Reuters.
"Nuestros hermanos son masacrados, los niños mueren", dice uno de los hombres, que habla en inglés. "Estamos cansados de estar en prisión. Queremos ir a casa", afirma otro.
Según Reuters, durante la jornada ha estallado otro motín en la cárcel de Buea, una de las principales ciudades de las zonas de mayoría anglófona, si bien este extremo no ha sido confirmado por las autoridades.
La crisis en la parte anglófona de Camerún --otrora colonia alemana y que decidió unirse al Camerún francés a raíz de su independencia-- estalló en 2016 en forma de protestas pacíficas por su supuesta marginación y por la imposición del francés desde el Gobierno central.
La contundente represión por parte de las fuerzas de seguridad a raíz de la proclamación unilateral de la independencia de Ambazonia, el 1 de octubre de 2017, llevó a la proliferación de grupos separatistas.
Desde entonces, tanto las fuerzas gubernamentales como los separatistas han cometido abusos contra la población civil, como se han encargado de denunciar en repetidas ocasiones organizaciones como Human Rights Watch (HRW). Según el 'think-tank' International Crisis Group (ICG), el conflicto ha dejado al menos 1.850 civiles muertos, además de decenas de aldeas arrasadas.
Frente a las 160.000 personas necesitadas de ayuda que había en 2018, en la actualidad hay 1,3 millones, ocho veces más. Además, 440.000 personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares, muchas de las cuales viven escondidas en los bosques sin acceso a ningún tipo de ayuda, y otras 32.000 han buscado refugio en Nigeria.
