Royal dice que no espera "la adhesión" de Bayrou, mientras éste dice que aún no sabe por quién votará

Actualizado: sábado, 28 abril 2007 18:12


PARIS, 28 Abr. (EUROPA PRESS) -

La candidata socialista a la presidencia francesa, Ségolène Royal, quiso dejar claro desde el principio del debate televisivo que mantuvo finalmente con Francois Bayrou que con ello no busca "la adhesión" de este a su causa, con lo que podría atraer los votos de los cerca de siete millones de franceses que votaron por el candidato centrista de la UDF en la primera vuelta.

Este, por su parte, aseguró que hasta que no se celebre el cara a cara entre Royal y el candidato de la UMP, Nicolas Sarkozy, el próximo miércoles no decidirá por quién votará. Bayrou ya había rechazado el miércoles pasado decantarse por uno de los dos candidatos, rechazando también con ello dar una consigna de voto a sus electores, a los que tanto Sarkozy como Royal desean atraer.

El debate, que duró dos horas y se emitió finalmente en RMC, BFM y BFM-TV, tras la negativa de Canal+ a retransmitirlo, permitió constatar los puntos en común entre ambos políticos. Bayrou coincidió con Royal en que hay que sacar a Francia del "enfrentamiento bloque contra bloque", que según la candidata socialista "no funciona".

Según Royal, socialistas y centristas pueden "hacer una parte del camino juntos". "No estamos de acuerdo en todo" y por tanto "lo que no espero de este diálogo es una adhesión, es decir, una especie de golpe escénico", aseveró la candidata. "No lo espero ya que no es lo que esperan los electores", remachó.

Royal subrayó que el debate entre una candidata a la segunda vuelta y un ex candidato es "un acontecimiento sin precedente que subraya la modernización de la vida política y esa necesidad de salir del entrentamiento bloque contra bloque". Por ello, insistió, "lo que quiero es hacer emerger convergencia de ideas".

Ante estas afirmaciones, Bayrou consideró que "hará falta hacer uniones más amplias que las que hemos mantenido hasta ahora", pero, aseguró, "de este debate no saldrá ninguna adhesión" aunque "nada es más necesario que hacer avanzar las líneas".

Tras estas primeras coincidencias, Bayrou hizo saber a Royal su "desacuerdo económico bastante profundo" respecto a las propuestas realizadas por la candidata. "Estoy en desacuerdo con la orientación económica defendida por Ségolène Royal y el Partido Socialista", aseveró, equiparando "la suma de las promesas electorales" de Royal a las de Sarkozy.

"También estoy en desacuerdo --dijo-- con la idea de que dando dinero a un gran número de franceses, se va a relanzar la máquina, porque eso nunca ha funcionado". Al respecto, Royal se limitó a decir que su "objetivo" en el debate no era "buscar convencer a Bayrou" porque dijo, "el pacto presidencial que he propuesto será aplicado si los franceses me confían esa responsabilidad".

Otro de los temas que ocupó el debate fueron las 35 horas. Royal dijo que quiere "avanzar en la generalización de las 35 horas" y consideró que la segunda ley sobre la jornada laboral semanal "se hizo mal" porque no se dejó suficiente espacio a los agentes sociales. Por su parte, Bayrou consideró que es "una muy mala idea" la elaboración de una nueva ley en la materia, defendiendo que la ley de las 35 horas ha permitido que "algunas empresas y familias hayan encontrado un equilibrio".

Donde sí tuvieron más puntos en común fue en el tema europeo. Royal defendió la necesidad de un texto "útil para Europa", en referencia al Tratado Constitucional rechazado por los franceses en referéndum, que permita a la UE "luchar contra el paro" y "contra las deslocalizaciones" de empresas, y ambos coincidieron en que el texto debería ser sometido nuevamente a voto a los franceses.

En los temas sociales también coincidieron. En esta cuestión, Royal defendió que "el servicio público vuelva al corazón de los barrios", respaldando la idea planteada por Bayrou de que las comisarías abran las 24 horas. Además, la candidata socialista propuso el aumento del presupuesto de Justicia. "Estoy en lo esencial de acuerdo con esta postura", respondió Bayrou, subrayando que "no hay ninguna esperanza de tener un país seguro si no se tranquiliza".

DIVISION EN UDF Y PS

La celebración de este debate, que ha provocado una agria polémica mediática en Francia, tiene también dos consecuencias: UDF y PS francés están al borde de la escisión. En la UDF, 16 de los 28 diputados con los que cuenta el partido en el Parlamento ya hacen campaña junto a Sarkozy. Uno de los últimos diputados en pasarse al otro bando es Maurice Leroy, quien señaló que "votará consciente" por el candidato de la UMP.

Leroy, que hasta ayer fue el portavoz del candidato de la UDF, votará aparentemente por Sarkozy por eliminación. Según él, el PS francés es un "aparato inmutable", "víctima de sus mitos, de su ideología obsoleta y sus elefantes" y su candidata no ha "escuchado a los socialdemócratas" tan apreciados por el centro francés como son Michel Rocard, Bernard Kouchner y "los otros actores de la izquierda moderna".

Que Leroy haya elegido junto a otros quince diputados de la UDF a Sarkozy da cuenta de la división que vive en su seno el partido centrista. Esta división política, podría convertirse en una fractura irreparable si Bayrou cumple con su promesa de crear un nuevo partido, el Partido Demócrata (PD), con el que el aspirante del centro quiere convertirse en un actor político "central" en Francia en lugar de "centrista".

Poco se sabe de ese Partido Demócrata, cuya creación fue anunciada por Bayrou este miércoles en una rueda de prensa. Sin embargo, lo que es probable que ocurra si ve la luz en Francia es que la UDF pierda al líder que más se ha aproximado a los ocho millones de votos que obtuvo en la primera vuelta de unos comicios presidenciales quien se convertiría en el presidente centrista de la República entre 1974 y 1981, Valery Giscard d'Estaign.

DIFÍCIL ALIANZA CON ROYAL

Según un sondeo que publica hoy el diario económico 'Les Échos', "el electorado centrista da más credibilidad al proyecto económico de Sarkozy" que al de Royal. Realizado por el instituto de opinión BVA, el sondeo establece que el 51% del electorado de Bayrou asegura que Sarkozy es el mejor candidato para "reducir el paro".

El 62% de los votantes del centrista cree que el aspirante de la UMP es el político que, en la presidencia, "favorecerá más el crecimiento económico" de Francia. En cuanto a la deuda del país, el 63% de los electores de Bayrou piensa que Sarkozy es el mejor candidato para "reducir la deuda pública".

Mientras, el electorado de Bayrou se muestra implacable ante el proyecto económico de Royal, a quien se atribuyen porcentajes que giran en torno al 24%. La candidata socialista sólo convence a los electores de Bayrou en materia de "política social", pues en este campo el 64% la considera la mejor candidata a las elecciones presidenciales, con cuarenta puntos porcentuales más que Sarkozy.

ESCISIÓN EN EL PS FRANCÉS

En todo caso, tanto si la "síntesis" UDF-PS francés tiene lugar como si no, el acercamiento de Royal a Bayrou ha levantado ampollas entre los socialista franceses. Tanto es así que Henri Emmanuelli, el histórico 'mitterrandista' y figura política situada a la izquierda del PS francés, ha expresado su deseo de crear "un gran partido progresista" pues el viaje de Royal hacia el centro estaría llevando a los socialistas hacia la derecha.

Según Emmanuelli, la situación actual de una izquierda francesa que no esconde su interés por el centro "exige la creación de un gran partido progresista" pues "no hay razón de perpetuar las divisiones" registradas en el PS francés entre "antiliberales y reformistas de izquierda".

De concretarse la iniciativa de Emmanuelli, el nuevo partido progresista vería la luz tras el 6 de mayo, cuando Bayrou pretende presentar su Partido Demócrata.

(EUROPA PRESS INTERNACIONAL)