BUCAREST, 21 Mar. (EUROPA PRESS) -
La comisión parlamentaria que investiga al presidente rumano, Traian Basescu, recomendó hoy que éste sea suspendido y se inicie su proceso de destitución tras constatar que el jefe de Estado violó la Constitución y está implicado en actos delictivos, según señaló el presidente de la comisión, Dan Voiculescu, citado por la agencia Mediafax.
Voiculescu dijo que el informe de la comisión fue aprobado por ocho votos a favor, cuatro abstenciones y un miembro ausente. En un principio, estaba previsto que la comisión estuviera compuesta por quince miembros, pero el Partido Democrático (PD), rechazó asignar representantes.
Según el presidente de la comisión, los actos de naturaleza delictiva serán detallados en un anexo al informe y enviados a la oficina del fiscal general. El vicepresidente de la comisión, el socialdemócrata Florin Iordache, indicó que ésta ha identificado 19 casos serios en los que Basescu violó la Constitución.
Por otro ello, la comisión parlamentaria llegó a la conclusión de que existe base suficiente para la destitución del presidente, como pedían la oposición de izquierdas (PSD) y de derecha (PRM) del país. Basescu mantiene una tensa relación con su ex aliado y actual primer ministro, Calin Popescu Tariceanu, así como con tres partidos de la oposición.
La destitución de Basescu, aunque fuera aprobada por el Parlamento, tendría que ser sometida a referéndum y aprobada por la mayoría de los rumanos, algo que parece poco probable ya que el presidente sigue siendo uno de los políticos más valorados por los rumanos. De hecho, los diputados aprobaro hoy un proyecto de ley sobre referéndum en virtud del cual se contempla la destitución del presidente si se obtiene la mayoría de los votos.
TARICEANU ASUME LA CARTERA DE EXTERIORES
Por otra parte, el primer ministro anunció hoy que asumirá de forma interina la cartera de Exteriores durante un periodo limitado de tiempo hasta que el Tribunal Constitucional tome una decisión al respecto, con el fin de acabar con la situación generada por el rechazo de Basescu a designar a Adrian Cioroianu como ministro de Exteriores.
Tariceanu dijo que se había sentido obligado a hacer algo por su posición de primer ministro. "Necesitamos un ministro de Exteriores que represente a Rumanía", subrayó, citado por Mediafax.
