BUCAREST, 13 Oct. (EP/AP) -
El ministro de Asuntos Exteriores rumano, Adrian Cioroianu, calificó hoy de "acto hostil" la decisión de Moldavia de prohibir la entrada ayer viernes a ocho funcionarios rumanos que pretendían acudir a una ceremonia religiosa en la capital moldava.
Los rumanos fueron retenidos en la frontera por agentes fronterizos por no tener copias de las invitaciones originales cuando ningún ciudadano rumano necesita por ley visado ni invitación para visitar Moldavia. Todos ellos habían sido invitados por el alcalde de la capital moldava, Dorin Chirtoaca, para acudir a un acto religioso. Chirtoaca pertenece al opositor Partido Liberal, conocido por su postura pro-rumana.
"Este acto hostil contra Rumanía es un gesto político esencialmente, y todo apunta a que fue premeditado", indicó el ministro de Exteriores, Adrian Cioroianu. "Aquellos que decidieron que este lamentable acto será positivo deben comprender que el camino de Moldavia es hacia Europa y que éste no se construye sobre este tipo de ofensas contra los ciudadanos rumanos", añadió.
Las relaciones entre ambos países se han tensando recientemente debido a que el presidente moldavo aspira a estrechar lazos con Rusia mientras que Rumanía, que ingresó este mismo año en la UE, mira más hacia occidente. Moldavia formó parte de Rumanía hasta 1940 y dos tercios de sus 4,2 millones de habitantes son de ascendencia romana. El país declaró su independencia de la Unión Soviética en 1991.
