R.Unido.- Las autoridades británicas detienen a dos jóvenes sospechosos del asesinato de un niño de once años

Actualizado: jueves, 23 agosto 2007 23:19

LONDRES, 23 Ago. (EUROPA PRESS) -

Las autoridades británicas detuvieron hoy a dos jóvenes, de 14 y 18 años, sospechosos de asesinar a Rhys Jones, de 11 años, que murió de un disparo en Liverpool, cuando se dirigía ayer por la noche a su casa después de jugar al fútbol, según informó la Policía.

La Policía no proporcionó los nombres de los arrestados y prevé más detenciones relacionadas con el caso, de acuerdo con la BBC. "Ha habido dos arrestos, pero eso no prueba nada", dijo el jefe de la Policía de Merseyside, Bernard Hogan-Howe. "Lo principal que debo transmitir a la población es que necesitamos su ayuda, y que todavía no estamos seguros de quién cometió el crimen", añadió.

Rhys, que vivía con su familia en el barrio de Croxteth a unas cuantas calles de donde fue asesinado, se dirigía a su casa después de jugar al fútbol con dos amigos cuando recibió el disparo mortal. Un testigo informó de que el niño recibió el disparo ayer por la noche, después del partido de fútbol que disputó. "El juego acababa de terminar cuando escuchamos un disparo muy fuerte y nadie hizo mucho caso," dijo al 'Daily Telegraph'. "Pero cuando pasamos por el bar Fir Tree nos dimos cuenta de que había un niño desplomado en el suelo en la esquina de un aparcamiento," añadió.

Un amigo de la familia de Rhys, Tony Edge, dijo que el menor estuvo con su madre durante los momentos antes de fallecer y explicó que llevó a Melanie Jones a donde se encontraba su hijo. "Fue hacia él, se arrodilló, lo sostuvo entre sus brazos y habló con él", explicó Edge.

Hogan-Howe aseguró que su reacción frente al crimen fue de "absoluto impacto y horror". "Alguien sabrá quién lo hizo. Sabrán quién cometió el crimen y quién proporcionó el arma... y queremos a ambos", agregó. Unos 100 funcionarios se encuentran investigando el caso y la policía acordonó el área alrededor del bar.

Por su parte, el primer ministro británico, Gordon Brown, dijo que se trata de "un crimen atroz que ha impactado a todo el país".