R.Unido- El director del laboratorio sospechoso de propagar la fiebre aftosa asegura que se cumplen todos los estándares

PIRBRIGHT (INGLATERRA), 6 (EP/AP)

El director del laboratorio sospechoso de haber propagado la fiebre aftosa en Reino Unido, David Biland, aseguró hoy que el centro cumple con todas las normativas y estándares de seguridad internacionales y no ha detectado por el momento ningún fallo en sus medidas de bioseguridad, mientras el Gobierno sigue investigando la relación entre las instalaciones y el ganado contagiado en una granja cercana.

Expertos veterinarios han vinculado una cepa encontrada la semana pasada en animales de una granja próxima a Wanborough (Surrey), 50 kilómetros al suroeste de Londres, a un laboratorio cercano, que fabrica vacunas contra la enfermedad. Desde el Departamento de Agricultura se asegura que la cepa de fiebre aftosa es idéntica a la utilizada por la compañía farmacéutica Merial Animal Health, cuya sede se encuentra a 6 kilómetros. El edificio lo comparte con el Instituto de Salud Animal gubernamental.

El director gerente del Merial Animal Health, David Biland, indicó hoy que las primeras investigaciones han mostrado que no ha habido fallos en los procedimientos de seguridad de las instalaciones. El lugar "opera acorde con los más altos estándares internacionales y tenemos plena confianza en la integridad de nuestra operación aquí", señaló Biland.

"Hasta el momento, nuestras investigaciones siguen mostrando que no se violaron nuestros procedimientos. Sin embargo, todavía es demasiado pronto en esta investigación para determinar la causa del brote", añadió.

Por su parte, el Instituto de Salud Animal (IAH) indicó que tras comprobarse los registros se ha detectado un "uso limitado" del virus en las últimas cuatro semanas. Mientras, la secretaria de Medio Ambiente, Hilary Benn, indicó a la BBC que no está claro si el IAH o Merial están directamente vinculados con el brote.

Según el Departamento de Medio Ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales (DEFRA), alrededor de 120 vacas han sido sacrificadas desde que se identificó el virus en la granja. Además, Reino Unido ha prohibido la exportación de animales vivos o productos derivados --carne o leche-- y suspendido el traslado de ganado en todo el país para prevenir la propagación del virus.