R.Unido.-El Ejército británico probó el efecto del gas mostaza en cientos de soldados indios en la década de los años 30

Actualizado: domingo, 2 septiembre 2007 9:24

LONDRES, 2 Sep. (EP/AP) -

Científicos del Ejército británico realizaron experimentos durante más de una década, antes de que comenzara la Segunda Guerra Mundial, por los que sometieron a cientos de soldados indios a los efectos del gas mostaza, según informó ayer el diario británico 'The Guardian'.

Con aquellas pruebas quisieron determinar si el daño del gas mostaza era mayor sobre la piel de los soldados indios que sobre la de los británicos y comenzaron a realizarse en los años treinta en un enclave militar de Rawalpindi --actualmente en territorio paquistaní--, según documentos recientemente descubiertos en el Archivo Nacional y citados por el periódico.

Según uno de los informes, fechado en 1942, las pruebas provocaron importantes quemaduras en los soldados, algunas de ellas tan graves que obligaron a hospitalizar a los pacientes.

Los experimentos realizados en Rawalpindi formaron parte de un programa mucho más amplio destinado a probar los efectos de distintas armas químicas en humanos. Después de que trascendiera esta noticia, el Ministerio de Defensa indicó que no realizará ningún comentario al respecto hasta mañana lunes.

Cientos de soldados británicos --hombres y mujeres-- fueron el objeto de pruebas de armas químicas hasta 1989 en el centro de investigación 'Porton Down' del Ministerio de Defensa (sur de inglaterra), y algunos de ellos fueron expuestos a gas mostaza, agentes nervioso como el VX o GD, y alucinógenos como el LSD.

Algunos de los voluntarios que participaron en estos experimentos aseguraron que fueron engañados para someterse a las pruebas y un pequeño número de ellos exige en los tribunales una compensación por ello de parte del Gobierno británico.

En 2003 se abrió una investigación sobre la muerte de varios de los implicados en los experimentos que finalmente concluyó que no había pruebas suficientes para iniciar un proceso criminal. Sin embargo, un estudio comisionado por el Gobierno reconoció en 2006 que estos experimentos se desviaban seriamente de las normas éticas.