MOSCÚ 2 Oct. (EUROPA PRESS) -
Los expertos rusos todavía no han conseguido encontrar la fuente del polonio 210 que fue utilizado para envenenar al ex espía del KGB Alexander Litvinenko, quien falleció en noviembre del pasado año, según informó hoy el jefe de la Comisión de Investigación de la Fiscalía, Alexander Bastrykin.
Las autoridades rusas iniciaron su propia investigación sobre el asesinato de Litvinenko, desestimando así la acusación emitida por la Fiscalía británica contra el único sospechoso en este caso, el también ex espía Andrei Lugovoi.
"La primera fase de la investigación ha mostrado que el polonio no deja signos de identificación. (...) Estamos intentando determinar la fuente original del polonio, que es muy importante", explicó Bastrykin, informa la agencia RIA Novosti.
Scotland Yard ha asegurado que Litvinenko recibió una dosis mortal de polonio el pasado 1 de noviembre, cuando se encontró con Lugovoi y su socio Dmitri Kovtun en un lujoso hotel de Londres, donde el ex espía envenenado residía. Kovtun ha sido tratado como testigo en este caso.
Tras la acusación de la Fiscalía británica y la petición a Rusia de la extradición de Lugovoi, las autoridades rusas contestaron que su Constitución no permite extraditar a ciudadanos rusos y sugirieron únicamente el arresto domiciliario si se aportaran pruebas.
El también empresario planea presentarse a las elecciones a la Cámara baja el próximo mes de diciembre. De ser elegido, esta condición de parlamentario le daría inmunidad ante posibles futuras acusaciones.
En su opinión, la petición de extradición de las autoridades británicas es una mentira inspirada por los servicios secretos de este país.