MADRID, 15 Feb. (EUROPA PRESS) -
La recién creada organización "para la paz y la democracia" Grupo Saharaui Independiente (GSI) pidió hoy al Gobierno español, por su "relación histórica con Sáhara Occidental", que "presione" tanto a Marruecos y el Frente Polisario como a la ONU para salir del "callejón sin salida" en que se encuentra el contencioso en la región desde hace 35 años. Además, el GSI anunció que presentará un documento más concreto con sus peticiones al Gobierno, que "está en camino".
El coordinador del GSI, Abdelaziz Mohamed el Mami, presentó en rueda de prensa los objetivos por los que se creó la organización y las actividades inmediatas trazadas por él desde su fundación el pasado 3 de febrero. La organización realiza una "búsqueda activa de una solución pacífica" para el conflicto, ya que, según explicó El Mami, no se sienten "representados" por las autoridades marroquíes y del Polisario. Según él, éstas "limitan" a sus representantes, que "no son libres de expresar las soluciones que creen".
Por otro lado, pretende conseguir "la unidad de los saharauis de todas las clases y niveles culturales" y garantizarles todos los Derechos Humanos y libertades, así como denunciar las injusticias "lamentables e insoportables" que se cometen sobre ellos. Además, fomentan la igualdad de la mujer y defienden los diferentes patrimonios saharauis.
En cuanto a las acciones concretas e "inmediatas", el GSI anunció la creación de "comisiones de trabajo, que trazarán las líneas de trabajo del grupo" en España --Madrid y Canarias--, Mauritania y los campamentos de refugiados saharauis. Estas delegaciones realizarán una "militancia activa" para presionar a la ONU y solicitar la inclusión del GSI en la rondas de conversaciones de paz.
El director de comunicación del GSI, Hawari Beray, informó de que la próxima de estas reuniones se celebrará en marzo y que la intención de su grupo es estar presente en ella para que "se escuche y apoye" su opinión. Además, aclaró estar "de acuerdo" en líneas generales con el Tribunal de La Haya, la Unión Africana (UA) y la UE en relación al conflicto de Sáhara Occidental.
Por último, Beray mostró su deseo de que "acabe el tráfico de seres humanos, drogas y armas" en la zona y de que se invierta el tráfico de migraciones, para que sean los europeos los que acudan a Sáhara Occidental a "enseñarles a explotar sus riquezas y a mediar con los vecinos para la paz".
