Serbia.- Albano-kosovares y serbios debatirán hoy por última vez en Viena sobre el futuro de Kosovo

Actualizado: sábado, 10 marzo 2007 9:13

El nuevo plan de Ahtisaari, que no introduce ninguna enmienda serbia, será remitido tras su debate al Consejo de Seguridad de la ONU

BELGRADO, 10 Mar. (EUROPA PRESS) -

El Palacio Hofburg de Viena albergará hoy la última ronda de conversaciones entre las partes sobre el futuro estatus de la provincia serbia de Kosovo, en las que las delegaciones albano-kosovar y serbia presentarán sus enmiendas a la nueva versión del plan propuesto por el enviado especial de la ONU, Martti Ahtisaari.

El documento fue presentado el jueves a las dos delegaciones, que han sido convocadas para mañana a fin de debatir por última vez la propuesta de Ahtisaari antes de remitirla al Consejo de Seguridad de la ONU, que será el que decida el futuro estatus constitucional de la provincia. Las negociaciones que se celebraron en Viena entre el 21 de febrero y el 2 de marzo pasados concluyeron sin ningún acuerdo entre las dos partes respecto a ni un solo punto del proyecto.

Serbia contará en Viena con una representación del máximo nivel, con la presencia del presidente, Boris Tadic, del primer ministro, Vojislav Kostunica, y del ministro de Asuntos Exteriores, Vuk Draskovic, además del equipo negociador que ha participado en las negociaciones celebradas hasta la fecha.

Ahtisaari ya había organizado el pasado mes de julio un encuentro entre Boris Tadic y Vojislav Kostunica, por una parte, y el presidente de Kosovo, Fatmir Sejdiu, y el primer ministro kosovar, Agim Ceku, por la otra. Las conversaciones de hoy deberían ser las definitivas, según lo establecido en el plan del enviado especial de la ONU.

En las recientes conversaciones de Viena, la parte serbia presentó cientos de enmiendas al plan inicial de Ahtisaari a fin de preservar la soberanía y la integridad territorial serbias, pero el ex presidente finés no ha introducido ni una sola de ellas en la versión definitiva que se debatirá mañana, lo que supone que "el nuevo plan sea aún menos aceptable" que su versión inicial, según advirtieron ayer los representantes serbios.

La Oficina del Enviado Especial de la ONU para Kosovo (UNOSEK) aseguró ayer, citada por la agencia serbia de noticias Tanjug, que aún no se ha decidido si la versión modificada de la propuesta será la que finalmente se remita al Consejo de Seguridad. En todo caso, la posibilidad de que se introduzcan nuevos cambios dependerá de la actitud que tengan Belgrado y de Prístina en la reunión de mañana, precisó.

LA NUEVA VERSIÓN

Según un estudio a fondo elaborado por el diario belgradí 'Blic', la nueva versión sólo incluye un cambio de cierta importancia: "uno de los nuevos municipios serbios, Klokot-Vrbovac, se ha quedado sin cuatro espaciosas pero fundamentalmente desiertas aldeas, Letnice, Sasare, Vrnavokolo y Vrneza, en las que hay una escasa población mayoritariamente croata".

En cuanto a los anexos del plan, los cambios de Ahtisaari afectan, "más o menos, a la terminología", según el diario. El enviado finlandés de la ONU ha modificado los plazos para la aplicación de sus propuestas. Por ejemplo, establece que se deberá llegar a un acuerdo entre albano-kosovares y serbios sobre la deuda antes de seis meses, en lugar del año inicialmente estipulado.

El anexo 9, referente a la presencia internacional civil en Kosovo, establece en su nueva versión que, además de supervisar el funcionamiento de los tribunales y la Policía, la administración internacional también deberá vigilar las fronteras. Aparte, las nuevas modificaciones especifican que la presencia internacional militar corresponderá a la OTAN.

Ahtisaari ha incluido también que el albanés y el serbio no sean los únicos idiomas de la provincia, e introduce el turco-bosnio y el idioma romaní en los municipios en los que estas comunidades sean mayoritarias. Aparte, los refugiados, según las enmiendas, "tienen derecho a decidir libremente su retorno al lugar al que quieran regresar".

Un cambio importante, según 'Blic', es el referido a la comisión constitucional, ya que si en la primera versión se estipulaba que se necesitaba un apoyo de dos terceras partes de los parlamentarios presentes para cualquier aprobación, la nueva fija ese mínimo a dos terceras partes del total de diputados, estén o no presentes en el momento de la votación.

El anexo 5, relativo a los derechos de la Iglesia Ortodoxa Serbia, "aconseja" a la Iglesia que permita el acceso al público a sus bienes a fin de "reforzar y promover mejor el entendimiento". La versión inicial establecía que nadie podía entrar en las propiedades de la Iglesia Ortodoxa sin su consentimiento.

La nueva versión del anexo 6 indica que "la deuda exterior deberá ser asumida por Kosovo en los casos en que el beneficiario final esté localizado en Kosovo. El pago de la deuda exterior no localizada debería ser dividida entre las dos partes tras un acuerdo". El resto de anexos no ha experimentado cambios, según 'Blic'.

RECHAZO SERBIO Y APOYO ALBANO-KOSOVAR

El coordinador del equipo serbio en las negociaciones sobre Kosovo, Slobodan Samardzic, ha lamentado que Martti Ahtisaari no hubiera incluido en su propuesta final ninguna de las enmiendas presentadas por Belgrado para impedir la independencia de Kosovo, e incluso aseguró que "este plan es aún peor para Serbia que el original".

En declaraciones a una cadena de radio serbia, Samardzic calificó de "insignificantes" las modificaciones introducidas por el enviado de la ONU, el cual "ha aceptado mayoritariamente las sugerencias albanesas". El resultado de ello, añadió, es que "este plan es aún peor para Serbia que el original".

Por su parte, el presidente de Kosovo, Fatmir Sejdiu, ha calificado de "fundamentalmente positivas" las enmiendas de Ahtisaari. "No hay ningún cambio específico que afecte negativamente a la esencia del documento", afirmó, citado por 'Blic'.

EL FUTURO

En todo caso, la decisión final sobre el futuro de la todavía provincia serbia corresponderá al Consejo de Seguridad, que probablemente debata y tome una resolución en abril de este año, coincidiendo con la presidencia británica del Consejo, o en mayo, en plena presidencia de Estados Unidos.

Una vez aprobado el plan definitivo debería comenzar el periodo de transición, durante el cual está prevista la aprobación de una nueva Constitución para Kosovo --para lo cual se requeriría el apoyo de dos terceras partes del Parlamento kosovar-- que tendría que ser ratificada posteriormente por el representante civil internacional.

Asimismo, en ese periodo se deberían aprobar nuevas leyes sobre elecciones, autogobierno local y límites municipales, además de los mecanismos de protección de las zonas que rodean a las iglesias y monasterios. En este tiempo, la misión de la ONU en Kosovo (MINUK) seguiría en vigor e iría transfiriendo gradualmente sus competencias a las instituciones kosovares.

Martti Ahtisaari presentó el pasado 2 de febrero su plan, de 60 páginas, en el que propone que Kosovo "se gobierne a sí mismo de forma democrática y con total respeto por la ley", recomendando la adopción de una Constitución propia y postulando su derecho para "negociar y adherirse a acuerdos internacionales, incluido el derecho a su inclusión como miembro en las organizaciones internacionales". El proyecto prevé también la concesión de una amplia autonomía a las áreas de Kosovo de mayoría serbia, concentradas en el norte de la provincia.

El sistema para Kosovo sería similar al de los Acuerdos de Dayton que pusieron fin a la guerra de Bosnia de 1992-95 y establecieron una administración internacional para supervisar los asuntos del día a día. Kosovo ha estado bajo protectorado de la ONU desde 1999, cuando los bombardeos de la OTAN pusieron fin a la campaña de Serbia contra los separatistas albano-kosovares. La mayoría albanesa de la provincia quiere la independencia, pero Belgrado quiere que Kosovo siga formando parte de Serbia.