BELGRADO, 19 Feb. (EP/AP) -
Los servicios de seguridad serbios deben ser purgados de los elementos relacionados con los criminales de guerra si Serbia quiere demostrar su compromiso a la hora de capturar al general serbobosnio, Ratko Mladic, perseguido por el Tribunal Penal Internacional para la Antigua Yugoslavia (TPIY), según aseguró hoy el jefe al frente de la cooperación entre Belgrado y el TPIY, Rasim Ljajic.
En este sentido, Ljajic aseguró que la actual imagen de los servicios secretos y de las fuerzas de seguridad militares serbias muestra su "incapacidad" para arrestar y transferir al general del Ejército serbobosnio más buscado por el Tribunal con sede en La Haya que lo acusa de perpetrar crímenes de guerra y de lesa humanidad en 1995.
"La voluntad política existe (para capturar a Mladic)", subrayó Ljajic, "pero los servicios responsables son incapaces de terminar el trabajo y es por eso por lo que hay que hacer algo para mostrar que el Estado tiene voluntad" de cooperar con el TPIY.
Mladic, acusado de haber dirigido la masacre de 8.000 musulmanes en la localidad bosnia de Srebrenica en 1995, permanece en paradero desconocido a día de hoy, aunque se cree que está escondido en Serbia bajo la protección de parte del Ejército y de los servicios secretos que le consideran un héroe de guerra.
Durante su reciente visita a Belgrado, destacados funcionarios de la Unión Europea sugirieron a los dirigentes serbios que los Veintisiete estarían dispuestos a reanudar las negociaciones previas para impulsar la integración de Serbia en la UE si el nuevo Ejecutivo de Belgrado mostraba signos inequívocos de su voluntad y compromiso para capturar a Mladic.
No obstante, tal condicionamiento fue rechazado por los sectores más nacionalistas del país, entre ellos el entonces partido conservador gobernante. "Los servicios de seguridad funcionan perfectamente", aseguró hoy el portavoz del Partido Democrático de Serbia, Andreja Mladenovic.
"Un país serio nunca permitiría que nadie desde fuera le dictara los cargos más importantes", afirmó Mladenovic, ya que eso, incidió, "significaría que no somos un país sino un colonia".
