BRUSELAS, 20 Abr. (EUROPA PRESS) -
Un grupo de 60 eurodiputados, de los 751 que conforman el Parlamento Europeo, han pedido este viernes en una carta a los gobiernos del bloque comunitario que boicoteen el Mundial de fútbol que tendrá lugar en Rusia este verano para no "fortalecer" el camino "autoritario y antioccidental" del presidente de Rusia, Vladimir Putin.
"El mundo mira a Europa en estos tiempos difíciles. Nuestros gobiernos no deben fortalecer el camino autoritario y antioccidental del presidente ruso, sino boicotear la Copa del Mundo de la FIFA 2018 en Rusia y levantar sus voces para la protección de los Derechos Humanos, los valores democráticos y la paz", reclama la misiva.
La iniciativa la ha liderado la eurodiputada ecologista Rebecca Hamrs y ha sido apoyada por 70 compañeros, de los cuales veinte pertenecen al grupo de Los Verdes de la Eurocámara. También firman la carta 32 eurodiputados del Partido Popular Europeo (PPE), la mayoría polacos, y seis socialdemócratas (S&D) , un liberal (ALDE) y una eurodiputada de los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR). Ningún eurodiputado español ha firmado la misiva.
En ella, este grupo de eurodiputados pide a los gobiernos de la Unión Europea que sigan el ejemplo de Reino Unido e Islandia, que han decidido no enviar ningún representante oficial el evento deportivo.
La carta reconoce que el deporte "puede ayudar a construir puentes metafóricos", pero añaden que la UE "no puede fingir que el Mundial es como cualquier otro gran evento deportivo" mientras Putin sigue "dinamitando" puentes "reales" en Siria.
"Mientras Putin siga ocupando ilegalmente Crimea, teniendo presos políticos ucranianos y apoyando la guerra en el Este de Ucrania no podemos fingir que el anfitrión de este torneo es nuestro acogedor vecino. Mientras los disidentes políticos y la prensa libre están en constante peligro en Rusia y más allá, no podemos darles la espalda para estrechar la mano de Putin en un estadio de fútbol", denuncian los eurodiputados.
En su opinión, el ataque de Salisbury fue "sólo el último capítulo" de las "burlas" de Putin hacia los valores europeos, en las que incluyen los bombardeos sobre colegios, hospitales y zonas civiles en Siria, la "violenta" invasión militar de Ucrania, las campañas de piratería y desinformación en las redes y las injerencias electorales para "desestabilizar" las sociedades europeas y para "debilitar y dividir" la UE.
Los eurodiputados aprovechan para recordar que Rusia invadió Ucrania tres días antes de que comenzaran los Juegos Olímpicos de invierno de 2014 en la ciudad rusa de Sochi, algo que el mundo vio "con consternación". "Esta vez podemos hacer las cosas bien no alentando estas graves violaciones de Derechos Humanos en el Mundial de 2018", subrayan.
