MADRID 24 Ago. (EUROPA PRESS) -
El primer ministro de Pakistán, Nawaz Sharif, ha afirmado este viernes que "tiene que haber progresos" en el diálogo con India si Pakistán quiere prosperar", en medio del incremento de las tensiones bilaterales tras los últimos incidentes en la frontera común.
"No tuvimos un discurso anti-indio durante las elecciones. No creemos en esos eslóganes. Los ha habido en el pasado, pero no ahora. De hecho, hablé claramente sobre mantener buenas relaciones con India incluso antes de que se celebraran los comicios", ha dicho.
"Dejé mi posición muy clara: si ganamos, cogeremos el asunto donde los dejamos en 1999 para llegar hasta India, sentarnos con ellos, y resolver los asuntos pendientes, incluyendo el problema de Cachemira, a través de medios pacíficos", ha manifestado durante una entrevista concedida al diario británico 'The Telegraph'.
Sharif fue derrocado en 1999 a través de un golpe de Estado militar encabezado por el jefe del Ejército, Pervez Musharraf. Pese a ello, ha emitido un mensaje de continuidad de sus políticas argumentando que las mismas tuvieron éxito.
"Lo hicimos bien. Fuimos capaces de satisfacer las expectativas de la población hasta cierto punto. Por eso fuimos reelegidos en 1997 y por eso lo hemos vuelto a ser en 2013. Si miramos a los años noventa, nuestro partido hizo audaces reformas económicas en el país, reformas revolucionarias", ha sostenido.
Desde comienzos de este mes, una serie de enfrentamientos ha perjudicado el intento por parte del nuevo Gobierno de Pakistán de mejorar las relaciones con India, aunque las autoridades paquistaníes han asegurado que esperan retomar las conversaciones para negociar el proceso de paz.
Los brotes de violencia han aumentado tras la muerte de cinco soldados indios en la Línea de Control (LoC), la frontera más militarizada del mundo, que divide la región en disputa de Cachemira. India ha acusado a las fuerzas paquistaníes, pero Islamabad ha negado estar involucrada en la muerte de los soldados mientras continúa haciendo declaraciones conciliadoras.
Los dos rivales, ambos propietarios de armas nucleares, han luchado en tres ocasiones desde 1947, dos de ellas en torno al territorio de Cachemira. Ambos países controlan una parte de la región, de mayoría musulmana, pero reclaman la totalidad del territorio.
Durante toda una década, la frontera de Cachemira ha sido escenario de una tregua entre Pakistán e India, a pesar de haberse roto en varias ocasiones por emboscadas y tiroteos entre los dos Ejércitos.
India se ha enfrentado a la insurgencia en su zona de Cachemira desde 1989, y lleva años acusando a Pakistán por apoyar a los combatientes para que luchen contra el Gobierno indio. Islamabad ha negado esta acusación, y ha asegurado que sólo ofrece "apoyo moral" a la población musulmana de Cachemira que vive bajo el "severo Gobierno indio".
A pesar de la negativa de Pakistán, milicianos paquistaníes respaldados por el Ejército llevan años cruzando la Línea de Control (LoC) e infiltrándose en la zona india. Nueva Delhi ha asegurado que este año ha habido un aumento en los intentos de los combatientes de cruzar a su zona de Cachemira.
Los analistas creen que esta tendencia continuará mientras ambos países luchan por aumentar su influencia en Afganistán, zona de donde las tropas de la OTAN tienen programado retirarse a finales de 2014. Ambos temen que su enemigo esté intentando instalar un gobierno títere en Kabul.