Siria.- Amnistía denuncia ejecuciones de opositores en Idleb a manos de las fuerzas de seguridad sirias

MADRID 5 May. (EUROPA PRESS) -

Amnistía Internacional (AI) ha denunciado la ejecución de simpatizantes de la oposición en la localidad siria de Idleb (norte) y ha señalado que, en algunos casos, se procedio a la quema de sus cadáveres en pilas o a su incineración en sus propias viviendas.

La organización ha recopilado una serie de declaraciones de testigos y de residentes de la localidad durante el último mes. En las mismas, los ciudadanos han presentado Idleb como una ciudad a merced de tropas gubernamentales y de grupos armados irregulares leales a Damasco.

El informe, preparado por la asesora Donatella Rovera, cuenta con testimonios de víctimas de los ataques y de sus familiares. El documento señala que cientos de viviendas han sido incendiadas y las poblaciones aterrorizadas en varias localidades de la región.

Tras los ataques contra Homs durante el mes de marzo, Idleb se convirtió en el foco principal de la violencia en el país a causa de los ataques de las fuerzas gubernamentales contra grupos opositores y sus simpatizantes durante el mes de abril. Los residentes de la ciudad han confirmado que las redadas se incrementaron en esa época.

Una mujer cuya vivienda fue incendiada el 11 de marzo ha asegurado que se le informó que no tenía sentido informar sobre el incidente a menos que culpara a grupos terroristas. "Los vecinos vieron que fueron miembros de las fuerzas de seguridad los que atacaron mi casa", ha dicho.

"Fue a plena luz del día y había tanques, soldados y miembros de las fuerzas de seguridad en todo el área. ¿Cómo pudo ser que lo hicieran grupos armados? Así que no presenté una queja", ha argumentado, según ha recogido el diario británico 'The Guardian'.

En la localidad de Taftanaz, dos hombres de 80 años fueron asesinados en sus viviendas, que fueron posteriormente incendiadas con los cadáveres en su interior. "Vivía con unos familiares al otro lado de la calle y mi marido estaba en casa", ha dicho la viuda de uno de los hombres.

"Cuando volví a casa la encontré incendiada y no vi a mi marido. Salí a la calle y pregunté a los soldados dónde se lo habían llevado. Pensé que estaba arrestado", ha dicho. "Uno de ellos me contestó: 'Ve dentro y búscale'. Entré de nuevo y encontré sus restos sobre una pila de cenizas", ha contado a AI.

En el área de Sarmin, cerca de Idleb, una madre aseguró que sus tres hijos fueron sacados de la vivienda el 23 de marzo y asesinados por las fuerzas de seguridad. "No me dejaron seguirles fuera; cada vez que lo intentaba me empujaban dentro de la vivienda. Cuando conseguí salir, tras un par de horas, encontré a mis hijos ardiendo en la calle", ha dicho. "Habían sido puestos uno encima de otros bajo varias motocicletas y les habían prendido fuego", ha agregado.

CRÍMENES CONTRA LA HUMANIDAD

Estos testimonios publicados por Amnistía Internacional dan más peso a las pruebas que han surgido en torno a los crímenes cometidos por las fuerzas de seguridad sirias en su campaña de represión contra las protestas sociales y contra los grupos armados que buscan la caída del presidente, Bashar al Assad.

En Idleb, como en Homs, las protestas pacíficas dieron lugar a una resistencia armada encabezada por el Ejército Libre Sirio (ELS) y por residentes que se han alzado en armas contra el Ejecutivo sirio.

Asimismo, al país han llegado combatientes de otros países como Libia, Irak y Líbano, en medio de los temores de que la violencia se extienda y se convierta en una guerra civil con ramificaciones en la región.

Un alto el fuego acordado por el enviado especial conjunto de Naciones Unidas y la Liga Árabe, Kofi Anna, y Al Assad entró en vigor a mediados de abril, aunque los combates han continuado desde entonces. A finales de mes llegó al país un pequeño grupo de observadores internacionales de Naciones Unidas que supone una "avanzadilla" del grupo, que estará formado por unas 300 personas, y que tiene como objetivo certificar que se cumple el alto el fuego.

VALORACIÓN DEL JEFE DE LA MISIÓN

El jefe de la misión de observación de Naciones Unidas en Siria, el general noruego Robert Mood, expresó el miércoles su confianza en que su equipo será capaz de romper el círculo de violencia en el país, ya que la presencia de los 50 observadores que ya están trabajando ha tenido un "efecto calmante".

En una rueda de prensa, Mood instó a todas las partes inmersas en el conflicto "a frenar la violencia" al considerar que es "lo más urgente", así como algo indispensable para garantizar el éxito del plan de paz de Annan.

"Aquellos que creen que la violencia es la solución están equivocados. La violencia simplemente genera más violencia. La solución se basa en la cooperación de todas las partes", subrayó.

Mood indicó que ha recibido garantías de ambas partes de que respetarán el alto el fuego que entró en vigor el pasado 12 de abril, como parte del plan de paz. "He visto algunas acciones positivas sobre el terreno que confirman que el compromiso (con el plan de paz) se está haciendo más fuerte", apuntó.