NUEVA YORK 22 Ene. (EUROPA PRESS) -
El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki Moon, y el enviado especial de la ONU y la Liga Árabe a Siria, Lajdar Brahimi, han expresado su "profunda decepción" por "los terribles niveles de muerte y destrucción causados por el Gobierno y la oposición con la ayuda de poderes extranjeros".
Ban y Brahimi se han reunido este lunes en la sede de la organización internacional, en Nueva York, para discutir el modo de "poner fin al elevado costo de víctimas y de angustia humanitaria" en el país árabe.
Al término de su reunión, ambos han condenado el incesante aumento de víctimas mortales a manos tanto del Gobierno como de la oposición y, por primera vez, han reconocido y rechazado la intervención extranjera a través del envío de armas a ambos bandos.
Además, han expresado su preocupación por "la ausencia de una postura común a nivel internacional que pueda llevar a una transición política y poner fin al sufrimiento del pueblo sirio".
En concreto, han apuntando de nuevo a la Declaración de Ginebra como 'hoja de ruta', que contempla la creación de un gobierno provisional en el que no haya ninguna figura que pueda obstaculizar la transición política.
En relación a todo ello, Ban y Brahimi "han discutido cuál es el papel de los distintos actores dentro de Siria, de los países de la región y de la comunidad internacional", según ha informado el portavoz del secretario general, Martin Nesirky.
MISIÓN DE LA ONU
Por otro lado, Nesirky ha indicado que un equipo de la ONU, liderado por el director de Operaciones de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCAH), John Ging, ha quedado "consternado" tras visitar las ciudades sirias de Homs y Talbiseh.
"Las necesidades humanitarias son enormes, así que debemos encontrar caminos para aumentar inmediatamente el nivel de las operaciones humanitarias", ha dicho Nesirky, de acuerdo con un comunicado de la organización internacional.
No obstante, ha destacado como aspecto positivo el hecho de que la misión de la ONU haya podido cruzar las "líneas de combate". "Ello demuestra que donde hay voluntad política, hay un camino para hacer respetar el Derecho Humanitario", ha subrayado.
Nesirky ha aclarado que el objetivo de la misión de la ONU es evaluar las necesidades humanitarias en Siria y que ha sido enviada en coordinación con el Gobierno y con la oposición.
Desde que comenzó el conflicto sirio, en marzo de 2011, Naciones Unidas calcula que más de 60.000 personas han muerto a causa de los enfrentamientos entre las fuerzas gubernamentales y rebeldes. El Gobierno atribuye gran parte de las víctimas a ataques terroristas.