Los diez rohingyas que fueron ejecutados por militares y civiles en Inn Dinn
REUTERS / HANDOUT .
Publicado: viernes, 9 febrero 2018 13:29

Testigos de los hechos aseguran que los militares invitaron a los civiles budistas a sumarse a la operación de represión

INN DIN (BIRMANIA), 9 Feb. (Reuters/EP) -

Militares y policías birmanos, con el apoyo de varios residentes budistas, ejecutaron a sangre fría a diez rohingyas en una aldea del estado de Rajine tras haber incendiado y saqueado varias viviendas que pertenecían a miembros de esta comunidad musulmana, según han contado a Reuters testigos directos de los hechos y personas que participaron en la quema y el saqueo de las casas.

La investigación periodística fue realizada por los reporteros de Reuters Wa Lone y Kywaw Soe Oo, detenidos desde diciembre de 2017 bajo la acusación de haber obtenido documentos confidenciales relacionados con el estado de Rajine, donde vive la minoría rohingya que desde agosto lleva huyendo de la última ola de violencia.

Los hechos investigados sucedieron en la aldea de Indd Din, en Rajine, entre finales de agosto y principios de septiembre. En esas fechas, las fuerzas de seguridad birmanas se desplegaron en la localidad y, tras la desaparición de un agricultor budista, emprendieron una operación contra los rohingyas.

Varios residentes budistas han confesado a Reuters que en esos días quemaron varias viviendas de rohingyas y que mataron a miembros de esta comunidad y enterraron sus cuerpos.

Los testimonios de personal de seguridad consultado por la agencia ponen de manifiesto por primera vez la implicación de militares y policías birmanos en la masacre cometida en esa aldea de Rajine. Tres fotografías facilitadas por un anciano budista de la localidad muestran momentos clave de esa operación de represión, desde la detención de los diez rohingyas por parte de militares hasta su ejecución en la mañana del 2 de septiembre.

Reuters ha asegurado que la investigación de sus dos reporteros es lo que provocó que las autoridades los arrestaran el 12 de diciembre por la supuesta obtención de documentos confidenciales relacionados con Rajine. El 10 de enero, las Fuerzas Armadas publicaron un comunicado en el que reconocían parte de los hechos denunciados y que los diez rohingyas fueron masacrados en Inn Din.

Sin embargo, la versión de las Fuerzas Armadas birmanas contradice el relato de varios testigos budistas y rohingyas que presenciaron los hechos. Los militares mantienen que los diez rohingyas formaban parte de un grupo de "200 terroristas" que atacaron a las fuerzas de seguridad pero varios residentes budistas han asegurado que en Inn Din no hubo ataques contra las fuerzas de seguridad por parte de un nutrido grupo de milicianos.

HABÍA ORDEN DE "LIMPIAR" LAS CASAS DE LOS MUSULMANES

Decenas de entrevistas a residentes budistas, policías, militares, rohingyas y a un responsable local han puesto de manifiesto, según Reuters, que las Fuerzas Armadas y la Policía organizaron a los civiles budistas en Inn Dinn y que al menos dos de ellos incendiaron casas de rohingyas.

Además, hubo una orden de "limpiar" las casas de los musulmanes, una directriz que llegó por la cadena de mando, según han contado tres policías y un mando policial destinado en una unidad de Inteligencia en la capital regional, Sittwe.

Los testimonios recabados apuntan que varios policías saquearon viviendas de rohingyas, robando vacas y motos para luego venderlas, un extremo que ha confirmado el alcalde budista de Inn Din, Maung Thein Chay, y un mando policial.

Preguntado por la investigación realizada por Reuters, el portavoz del Gobierno birmano, Zaw Htay, ha dicho que si existen pruebas, se investigará lo sucedido. "No estamos negando las acusaciones sobre violaciones de Derechos Humanos. No estamos dando una negativa total", ha señalado.

Htay ha asegurado que si hay "pruebas sólidas y fiables, el Gobierno investigará qué sucedió en Inn Din. "Si nosotros encontramos pruebas de que es cierto y las violaciones están ahí, realizaremos la acción necesaria de acuerdo a nuestra legislación actual", ha afirmado.

Consultado sobre el testimonio de policías que dicen que recibieron órdenes de "limpiar" las casas de rohingyas en Inn Din, el portavoz del Ejecutivo ha dicho que tiene que "verificar" ese punto. "Tenemos que preguntar al Ministerio del Interior y a las fuerzas policiales", ha señalado.

EL GOBIERNO DEFIENDE LA CAMPAÑA MILITAR EN RAJINE

El portavoz del Ejecutivo ha defendido la operación militar en Rajine y la ha justificado por la necesidad de actuar contra terroristas. "La comunidad internacional debe entender quiénes fueron responsables de los primeros ataques terroristas. Si esos ataques terroristas hubieran tenido lugar en países europeos, en Estados Unidos, en Londres, Nueva York o Washington, ¿qué dirían los medios?", ha planteado.

Los hechos en la aldea de Inn Din comenzaron tras el inicio de la ola de violencia el 25 de agosto, cuando varios milicianos rohingyas atacaron a las fuerzas de seguridad y las autoridades birmanas lanzaron una operación militar en respuesta. Temiendo por su seguridad, varios cientos de residentes budistas de Inn Din se refugiaron en un monasterio. El 27 de agosto se desplegó en la aldea una unidad del Ejército formada por 80 militares de Infantería Ligera.

Cinco residentes budistas han contado que el oficial al mando les comunicó que podían ofrecerse voluntarios para sumarse a las operaciones de seguridad y encontró a varios budistas dispuestos, hombre que formaban parte de un colectivo autodenominado "grupo de seguridad".

En los días posteriores, los militares, los policías y los civiles budistas quemaron la mayoría de las viviendas de rohingyas que había en Inn Din, según han confirmado una decena de residentes budistas.

Uno de los policías ha dicho que recibió órdenes verbales de su mando para "limpiar" las zonas donde vivían los rohingyas, lo que interpretó como una orden para incendiar las casas. Un segundo policía ha dicho que participó en redadas en aldeas al norte de Inn Din. El alcalde de Inn Din, el budista Maung Thein Chay, ha dicho que los agentes iban vestidos de paisano para confundirse con los residentes.

Los residentes budistas han asegurado que, tras la huida de los rohingyas, sus vecinos budistas se quedaron con sus propiedades, incluidas las gallinas y las cabras. Las propiedades más valiosas, como el ganado y las motos, se las quedaba un mando policial llamado Thant Zin Oo, que después las vendía, según el relato del alcalde y de otro policía.

El mando policial no ha querido pronunciarse sobre la información y un portavoz de la Policía, el coronel Myo Thu Soe, ha dicho que se van a investigar las acusaciones de saqueo.

Según los testigos, los diez rohingyas que fueron detenidos y ejecutados fueron elegidos por los militares de un grupo de musulmanes que se había refugiado en una playa. Cinco de ellos eran pescadores o vendedores de pescado, otros dos eran estudiantes, dos tenían sendas tiendas y el último era un profesor islámico.

Los testigos rohingyas han asegurado que el profesor, llamado Abdul Malik, fue a su vivienda para coger alimentos y bambú y cuando regresó los militares le detuvieron juntos a los otros nueve musulmanes. Una fotografía de ese día muestra a los diez musulmanes arrodillados en un sendero. Los militares los interrogaron por la desaparición de un agricultor budista llamado Maung Ni. Residentes rohingyas y budistas han asegurado que los diez detenidos no tenían relación con la desaparición del agricultor.

Tres testigos budistas han relatado que vieron a los militares llevándose a los diez musulmanes y un hombre que excavó la fosa en la que se enterraron sus cuerpos, el soldado retirado Soe Chay, ha asegurado que los militares invitaron a los hijos del agricultor desaparecido a ser los primeros en ejecutar a rohingyas. Según este testigo, el hijo del agricultor decapitó al profesor islámico y su hermano mató a otro rohingya rebanándole el cuello con un cuchillo.

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