MOGADISCIO 17 Oct. (EP/AP) -
Al menos ocho civiles y un policía fallecieron anoche en la capital somalí, Mogadiscio, en un enfrentamiento armado que duró horas entre los insurgentes islamistas y las fuerzas de seguridad, según informaron los habitantes de la zona y la Policía, que indicaron que ha sido el combate más violento en muchas semanas.
Los civiles murieron cuando los morteros impactaron contra sus casas durante la batalla, que comenzó cuando unos 100 insurgentes atacaron una comisaría en el sur de Mogadiscio con ametralladoras y granadas propulsadas por cohetes, según los habitantes.
"Los edificios se estremecieron y los disparos de ambos bandos iluminaron el cielo", explicó Abdullahi Husein Mohamud, quien afirmó que varios morteros se estrellaron cerca de su casa, situada a cierta distancia del enfrentamiento.
Por su parte, el empresario Abdi Haji Nur señaló que los insurgentes islamistas tomaron la comisaría de Policía, obligando a unos 30 agentes a huir.
Sin embargo, el director de las operaciones policiales en Mogadiscio, Yusuf Osman Husein, negó que los insurgentes tomaran la comisaría, ya que aseguró que los efectivos repelieron el ataque, pero que perdieron a un compañero durante el enfrentamiento.
Mogadiscio ha sido escenario de múltiples combates desde que las tropas gubernamentales y sus aliados etíopes expulsara del poder al grupo islamista conocido como Unión de Tribunales Islámicos el pasado mes de diciembre.
Durante seis meses, la organización controló la mayor parte del sur de Somalia, pero todavía quedan vestigios que han declarado la guerra al Estado al modo de hacer de la insurgencia iraquí. Miles de civiles han muerto este año en medio del fuego cruzado.
Mientras tanto, un miembro del personal del Programa Mundial de Alimentos (PAM) ha sido secuestrado en Mogadiscio, según anunció hoy la agencia de la ONU. Idris Osman, cuya nacionalidad no ha sido revelada, fue secuestrado esta mañana.
"Todavía estamos intentando conocer las circunstancias exactas", señaló en Roma el portavoz del PAM, Barry Came, quien añadió que la agencia de la ONU está gestionando "urgentemente" el secuestro con las autoridades somalíes.