MOGADISCIO, 9 Jul. (EP/AP) -
Las explosiones y tiroteos durante el fin de semana en la capital somalí, Mogadiscio, provocaron la muerte a trece personas, incluidos ocho civiles, cuatro soldados y un funcionario por la explosión de una mina terrestre, mientras que otras nueve resultaron heridas, según fuentes policiales y testigos.
El jefe de la Policía de Mogadiscio, Ali Said Hassan, confirmó las muertes ayer domingo e informó de que el Gobierno continuará realizando operaciones de seguridad en la ciudad, especialmente en principal punto caliente, el mercado de Bakara. "Nuestro objetivo es el de restaurar la ley y el orden y crear un ambiente pacífico para los comerciantes", comentó Hassan.
"No habrá más muertos o heridos una vez tomemos el control de la situación en la ciudad, en la que las armas están en posesión de gente normal", añadió.
Mogadiscio no ha conocido la paz desde que las tropas del Gobierno, respaldadas por fuerzas etíopes, expulsaron al movimiento islámico de la ciudad en diciembre. La violencia en la capital ha traído consigo además las denuncias del jefe de los comerciantes del mercado de Bakara, Ali Dheere, en repetidas veces de que las tropas del Gobierno roban en el mercado durante las operaciones de seguridad.
"Las tropas te piden que abras tu puesto y que permanezcas fuera mientras se llevan tu dinero", manifestó Ali Dheere. "Es un acto de bárbaros", añadió, aunque informó de que no conocen la cantidad total de lo robado.
El alcalde de Mogadiscio, Mohamed Dheere, indicó que los soldados culpables de robo serán llevados ante un tribunal. "Estamos investigando, y cualquiera que encontremos culpable o relacionado con los robos será llevado ante la justicia", avisó el alcalde. "Pido perdón por lo que ha sucedido si resulta verdadero", concluyó Mohamed Dheere.
La Unión de Tribunales Islámicos controló Mogadiscio y la mayoría del sur de Somalia durante seis meses el pasado año antes de ser expulsados. Pero los insurgentes vinculados a este grupo han mantenido una guerra de guerrillas al estilo iraquí hasta que Somalia sea un Estado islamista. Las luchas en la capital entre el 12 de marzo y el 26 de abril terminaron con la muerte de al menos 1.670 personas.
Somalia ha estado sumergida en el caos desde que los señores de la guerra derrocaron al dictador Mohamed Siad Barre y se volvieron unos contra otros, defendiendo cada uno los intereses de su clan. El Gobierno actual se formó en 2004 con la ayuda de las Naciones Unidas pero no ha conseguido asegurar un control real de la situación.
