COLOMBO, 30 Ago. (Reuters/EP) -
Un tribunal de Sri Lanka ha ordenado este viernes la exhumación y la reubicación de los restos mortales de uno de los terroristas suicida que cometieron la masacre yihadista del pasado Domingo de Pascua ante las protestas de los familiares de los enterrados en el cementerio público de la localidad de Batticaloa, donde fue depositado.
Los ataques mataron a más de 250 personas en los peores atentados en el país desde el fin de la guerra contra los rebeldes tamil en 2009.
Uno de estos atentados ocurrió precisamente en la Iglesia de Sión, de Batticaloa. Su responsable fue enterrado en un cementerio público hindú después de que los musulmanes se negaran a permitir su entierro en un cementerio comunitario.
Durante los últimos días cientos de personas, incluidos los familiares de los fallecidos en uno de los ataques protestaron esta semana por el entierro del miliciano.
Los manifestantes bloquearon las carreteras y la Policía disparó proyectiles de gas lacrimógeno para dispersarlos. Desde entonces ha prevalecido una calma incómoda, según la Policía.
"Así, los restos serán exhumados el lunes y guardados en una morgue hasta que el Gobierno encuentre un lugar adecuado para enterrarlos", ha explicado a Reuters el portavoz policial Ruwan Gunasekera.