BEIJING 8 May. (de la corresponsal de EUROPA PRESS, Débora Altit) -
El Ministerio de Exteriores chino confirmó hoy que va a enviar ingenieros para que trabajen apoyando a los cascos azules en la región sudanesa de Darfur, aunque no informó de cuántos viaján al país africano ni cuándo se producirá su envío.
Según declaró una portavoz del Ministerio en una rueda de prensa rutinaria, China enviará el equipo de ingenieros "tras la solicitud de Naciones Unidas y las partes relevantes", aunque no explicó cuántos ingenieros viajarán hasta la región en conflicto ni cuándo se producirá su traslado. Sí explicó, no obstante, que los ingenieros trabajarán con un equipo combinado de cascos azules y miembros de la Unión Africana.
Estados Unidos ya había informado del plan antes de que China lo confirmara hoy. Gonzalo Gallegos, portavoz del Departamento de Estado norteamericano, declaró previamente que "vemos esto como un avance positivo, y apreciamos la contribución china a los esfuerzos internacionales por acabar con la violencia en Darfur".
Gallegos informó también de que los ingenieros se concentrarán en preparar la llegada de una fuerza combinada de 3.000 efectivos de la ONU y la Unión Africana. Posteriormente, al menos otros 17.000 soldados llegarán a la zona, con el fin de proteger y socorrer a los alrededor de 2,5 millones de habitantes de Darfur desplazados y confinados en campos de refugiados.
Este segundo efectivo, sin embargo, no cuenta todavía con el visto bueno del Gobierno de Sudán, por lo que el portavoz estadounidense expresó su confianza en que China utilice su "significativa influencia en Jartum para hacerlo posible cuanto antes".
Tras hacer oídos sordos durante varios años a las reclamaciones internacionales que exigían una intervención en Darfur (en conflicto desde febrero de 2003, cuando se produjo el levantamiento contra el gobierno de Jartum), siempre bajo el argumento de oponerse a la "injerencia" en los asuntos internos de otros países, China, que compra alrededor del 70% del petróleo sudanés y le vende a cambio armamento, terminó cediendo a la mala prensa internacional y apoyó a finales del año pasado el establecimiento en Darfur de una fuerza "híbrida" de cascos azules y fuerzas de paz de la Unión Africana.