GINEBRA, 8 Sep. (EUROPA PRESS) -
El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), António Guterres, advirtió hoy de que el empeoramiento de la situación humanitaria en la región sudanesa de Darfur (oeste) podría derivar en una nueva oleada de desplazamientos que amenazaría la estabilidad del resto de la región.
"Las agencias humanitarias ya están intentando afrontar las enormes necesidades de cerca de dos millones de desplazados internos en Darfur y de los más de 200.000 refugiados en 12 campamentos de ACNUR de la zona fronteriza de Chad", afirmó Guterres a través de un comunicado del organismo.
"El deterioro de la seguridad nos ha dejado sin capacidad para hacer llegar las ayudas mínimas a amplias zonas de Darfur, y los recursos en la vecina Chad están llegando al límite. Una situación ya de por sí mala está empeorando cada día que pasa", prosiguió.
Entre los problemas, Guterres citó la falta de seguridad y de accesos así como las continuas incertidumbres sobre el despliegue de una fuerza de interposición de la ONU, recientemente aprobada por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidsa. Aparte, el reciente despliegue de miles de soldados sudaneses ha generado el temor a que se produzca una importante ofensiva militar que cause aún más desplazamientos.
"Millones de personas se enfrentan ya a un grave peligro", declaró el Alto Comisionado. "Cientos de ellos siguen muriendo en el contexto de la actual violencia, y miles siguen forzados a desplazarse", prosiguió.
"Se necesita una acción internacional urgente para presionar a las partes en conflicto y convencer a todos los implicados sobre el terreno para que permitan a las agencias humanitarias llevar a cabo su trabajo de forma segura", advirtió Guterres. "Las vidas dependen de esto, si las cosas no mejoran nos dirigimos a una gran catástrofe", alertó.
ACNUR cuenta con seis oficinas y cerca de 100 trabajadores en Darfur Sur y Darfur Oeste. Según la agencia, la seguridad se ha ido deteriorando desde el pasado mes de diciembre en numerosos puntos de Darfur. Desde mayo han muerto violentamente alrededor de una decenas de trabajadores humanitarios. Asimismo, los convoyes con ayudas y las oficinas han sufrido numerosos ataques y saqueos. Los empleados de ACNUR sólo pueden acceder a algunas zonas en helicóptero.
CHAD Y LA RCA
Según Guterres, el empeoramiento de la situación en Darfur podría acarrear graves consecuencias para el resto de países de la región. En Chad, los 200.000 refugiados viven en medio de un entorno hostil, al que se añade el hecho de que 50.000 chadianos también han abandonado sus hogares --15.000 de los cuales han huido precisamente a Darfur-- a causa de los enfrentamientos que se viven en su país.
Aparte, la crisis de Darfur también podría amenazar con destabilizar aún más a la República Centroafricana. Alrededor de 46.000 centroafricanos están refugiados en tres campamentos de ACNUR en el sur de Chad.
"Chad ha sido extremadamente generosa en su ayuda a los refugiados, pero ahora está a punto de colmarse el vaso", advirtió Guterres. "Es difícil hacerse una idea de la enorme crisis a la que nos enfrentaríamos si hubiera un nuevo desplazamiento a gran escala en Darfur", prosiguió. "Incluso en el caso de que no hubiera violencia e inseguridad, las operaciones humanitarias en esta región remota y pobre en recursos son extremadamente difíciles", lamentó.
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