Sudán.- Rusia y China niegan que suministren armas a Darfur y violen el embargo de armas impuesto por la ONU a Sudán

Actualizado: martes, 8 mayo 2007 22:14

MOSCÚ, 8 May. (EUROPA PRESS) -

Los Ministerios de Asuntos Exteriores de Rusia y China negaron hoy que hayan suministrado armas a Darfur, lo que representaría una clara violación del embargo de armas impuesto por Naciones Unidas a Sudán, tal y como señaló un informe de la organización no gubernamental Amnistía Internacional (AI), que denunciaba el suministro de armas por ambos países a la milicia árabe sudanesa 'Janjaweed', la cual está acusada de ataques sistemáticos contra la población civil de Darfur, apoyada por el Ejecutivo de Jartum.

"No se han suministrado armas rusas a Darfur", subrayó el Ministerio de Exteriores ruso, e insistió en que la cooperación tecnológica y militar entre Rusia y otros Estados se ha producido de acuerdo con la legislación internacional.

"Hemos tenido en cuenta estrictamente la resolución de la ONU prohibiendo el suministro de armas a Darfur", insistió el Ministerio en un comunicado del que se ha echo eco la agencia rusa RIA Novosti.

Por su parte, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Jiang Yu, aseguró que las acusaciones no están fundadas, y subrayó que Beijing mantiene "una postura responsable" en relación a la venta de armas a otros países soberanos, insistiendo en que su país no ha vendido armas a ningún país sobre el que pesa un embargo de armas decretado por Naciones Unidas.

Según el informe de AI, basado en las declaraciones de testigos oculares y "fuentes confidenciales", Rusia y China vendieron material militar a Sudán en 2005 por valor de 21 millones y 24 millones de dólares, respectivamente, siendo conscientes, según la ONG, de que "gran número de tales armas" eran empleadas "en ataques directos contra civiles".

Asimismo, Amnistía, quien también acusa a Kuwait, Arabia Saudí y Bielorrusia de suministrar armas, propuso la elaboración de una lista de todos los materiales cuya exportación a Sudán está prohibida por Naciones Unidas, al tiempo que abogó por enviar observadores del organismo internacional en los puertos marítimos y terminales aéreas del país africano y por la suspensión total de dicho suministro militar a Sudán.