YAKARTA, 20 Ene. (Reuters/EP) -
El ex presidente indonesio Suharto, ingresado desde hace dos semanas por un fallo orgánico múltiple, ha sido capaz de levantar su brazo izquierdo a petición de los doctores y está haciendo esfuerzos para comunicarse verbalmente con sus doctores, según informó hoy su equipo médico.
El ex mandatario de 86 años permanece todavía en estado grave, pero los doctores que le atienden en el hospital de Pertamina, en Yakarta, han expresado su confianza en que Suharto termine el ciclo de recuperación en su domicilio privado.
El neurólogo Jusuf Mishbach explicó hoy en rueda de prensa que Suharto se encontraba consciente esta mañana y que era capaz de seguir instrucciones. "Le preguntamos (a Suharto) si era capaz de levantar su mano, lo hizo y nos comentó que sentía picor, así que está mejorando", declaró Mishbach.
"Incluso trató de hablar, pero su voz todavía está muy debilitada", añadió el neurólogo, en referencia a la retirada de la ventilación de su garganta, que ha afectado a sus cuerdas vocales. Suharto respira actualmente a través de un tubo insertado en su boca.
El cuadro médico de Suharto presenta más signos favorables: su presión sanguínea se ha estabilizado, su corazón y sus pulmones funcionan cada vez mejor y los indicios de infección han desaparecido.
"Nuestro programa, por ahora, es seguir mejorando el estado de salud del paciente", explicó el director del equipo médico que atiende a Suharto, Mardjo Soebiandono, que recordó no obstante que el estado de salud del ex presidente sigue siendo crítico y que podría recaer.
El ambiente de hoy en el hospital era más calmado, después de que ayer tanto la Policía como las fuerzas antidisturbios dispersaran violentamente a al menos un centenar de estudiantes y activistas pro Derechos Humanos que se concentraron a las puertas del hospital para exigir el procesamiento del ex presidente, al que se responsabiliza de la muerte de 400.000 personas bajo su mandato, que se prolongó durante casi 33 años (1965-1998).
La manifestación, coronada con pancartas como "Dejad de aprovecharos del estado de Suharto" o "Tratad a Suharto como un ciudadano normal", fue disuelta por agentes antidisturbios mediante el uso de la fuerza, según informaron varios testigos.
Después de que Suharto abandonara el poder, fue acusado de apropiación indebida de cientos de millones de dólares pertenecientes a los fondos estatales, cargo posteriormente retirado por las autoridades dado el precario estado de salud del ex presidente, que negó toda implicación en estas actividades ilegales.
