La formación podría pedir que se incremente el número de Ministerios a su disposición en el Ejecutivo
MADRID, 22 Oct. (EUROPA PRESS) -
El ultraconservador Partido Popular de Suiza (SVP) podría alcanzar mañana domingo un resultado histórico en las elecciones federales, en las que podría rebasar por primera vez el 30 por ciento de votos recibidos, según los sondeos, y por el que el SVP podría pedir que se modifique la ley para cambiar el reparto de Ministerios, estipulado según porcentaje de voto, y gozar así de una presencia aún mayor en el Ejecutivo suizo.
El SVP caracteriza su programa político por sus constantes campañas contra la inmigración y sus peticiones para prohibir los minaretes y la expulsión de los criminales extranjeros, lo que le ha valido la crítica de la comunidad internacional, incluyendo a Naciones Unidas.
Y a pesar del rechazo en el exterior, el respaldo de los suizos al SVP ha aumentado a cada comicio celebrado. En 2003, el partido se hizo con un 26,6 por ciento. En las últimas elecciones, el porcentaje aumentó hasta el 28,9 por ciento.
Ahora, las encuestas conceden al SVP una intención de voto del 29,3 por ciento, casi diez puntos por delante de los socialistas, en lo que supondría un "nuevo récord", según explicó un portavoz de la formación política al diario británico 'Telegraph'.
De ratificar en las urnas su mayoría, el SVP podría solicitar la modificación de la ley suiza para ampliar su presencia en el Ejecutivo, ya que desde 1950 se reparten siete carteras entre los cuatro partidos políticos más votados. "El partido más grande debería tener el mandato de formar Gobierno", declaró el presidente del partido, Toni Brunner, al diario suizo 'ZentralSchweiz'.
UN PARTIDO COMPLEJO
"Es un partido muy difícil de clasificar", explicó el analista suizo Pascal Sciarini sobre la posición política del SVP. "Es un partido liberal en lo económico y nacionalconservador en términos de cultura y valores. Un partido que lucha para salvaguardar la soberanía y tradiciones suizas", apuntó.
El partido, creado en 1971 a partir de la unión entre un partido agrícola y los demócratas de los cantones de Graubuenden y Glarus, ha ha incrementado con el paso de los años su influencia en otros gremios. Sus miembros son "muy conservadores, muy nacionalistas y, con total certeza, xenófobos".
Financiados por magnates como el antiguo líder del partido, el industrial Christoph Blocher, el SVP ha desatado la controversia con sus campañas. Por ejemplo, sus carteles han descrito a una mujer musulmana delante de minaretes con forma de misiles, junto a pósters donde se exibe la bandera suiza pisoteada con el lema "Se acabó. ¡Detengamos la inmigración en masa!".
El partido también ha empleado los medios para resaltar, en forma de anuncio, artículos que recogen delitos perpetrados por extranjeros. Los datos oficiales señalan que uno de cada cinco residentes en Suiza han nacido fuera del país.
Pero ninguna otra campaña despertó tanta indignación como el póster que mostraba a tres cabras blancas --la cabra es la mascota del partido-- expulsando a patadas a una de color negro. El revuelo causado fue tan grande que el experto en racismo de Naciones Unidas solicitó la retirada del cartel.
No obstante, el partido ha visto cómo la campaña se ha vuelto en su contra. El pasado fin de semana, el SVP anunció la desaparición de su mascota, la cabra Zottel.
Posteriormente, un grupo identificado como Acción Antifascista asumió la responsabilidad del secuestro de la mascota y de una cabra más pequeña, Mimu, y advirtió de que sacrificaría a ambos animales. Sin embargo, las dos cabras fueron finalmente halladas sanas y salvas con la piel pintada de negro.
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