El Gobierno revoca el estado de emergencia y aplica una ley de seguridad menos severa en el sur

Actualizado: martes, 19 febrero 2013 6:20

MADRID, 19 Feb. (EUROPA PRESS) -

El Gobierno de Tailandia ha decidido revocar el estado de emergencia y aplicar una ley de seguridad menos severa en las provincias del sur del país asiático, a pesar de que son el bastión de los grupos armados que abogan por la creación de un Estado islámico.

En una reunión de las agencias de seguridad orquestada por la primera ministra, Yingluck Shinawatra, se ha decidido reemplazar el Decreto Ejecutivo para la Administración de Situaciones de Emergencia por la Ley de Seguridad Nacional (ISA) en las provincias de Yala, Pattani y Narathiwat.

El secretario general del Consejo de Seguridad Nacional (NCS), Paradorn Pattanathabutr, ha explicado al término de dicha reunión que la decisión se enmarca en el deseo del Gobierno de solucionar el conflicto armado a través del diálogo.

Las autoridades tailandesas creen que la sección 21 de la ISA --que favorece la desmovilización de los grupos insurgentes y el inicio de un proceso de paz-- contribuirá mejor que el estado de emergencia a poner fin al conflicto armado.

No obstante, Paradorn ha aclarado que el reemplazo del estado de emergencia por la ISA solamente se llevará a cabo en aquellas zonas en las que exista un acuerdo al respecto entre las autoridades locales, las agencias de seguridad y el Ministerio de Interior.

Así, ha indicado que dicha decisión no es incompatible con la orden del viceprimer ministro, Chalerm Yubamrung, de imponer el toque de queda en las zonas más violentas del sur, subrayando que las fuerzas de seguridad evitarán llevar a cabo cualquier acción que pueda empeorar la situación.

Además, ha apuntado que la situación de seguridad en estas tres provincias no es tan mala como se hace ver desde los medios de comunicación, revelando que al menos una veintena de insurgentes han expresado su deseo de abandonar las armas, pero que no lo han hecho por la presión de sus superiores.

En este sentido, el secretario general del NCS ha atribuido los últimos sucesos a la lucha interna en la insurgencia islamista, apuntando que los altos mandos han lanzado una campaña de atentados para tapar las desmovilizaciones masivas.

En la misma línea, el investigador de Human Rights Watch (HRW) Sunai Phasuk ha advertido de que los grupos armados están explotando la muerte de 16 de sus miembros en el marco del asalto llevado a cabo la semana pasada en la base militar de Bacho, en Narathiwat.

El activista ha considerado que el Gobierno debe crear una comisión especial para esclarecer los hechos y para contrarrestar la campaña propagandística que han lanzado los insurgentes, presentando el suceso como un "martirio", según ha informado el diario 'Bangkok Post'.