MADRID 8 Nov. (EUROPA PRESS) -
El Comité Central del Partido Comunista de China (PCCh) celebra a partir de este sábado un Pleno histórico en el que presentará su visión estratégica para la política, sociedad y economía del país a lo largo de la próxima década a través de una serie de reformas "sin precedentes" a todos los niveles, desde nuevas políticas de crecimiento sostenible hasta la reorganización del modelo burocrático, pasando por una transformación de los planes de urbanización y de la actual relación del país con los mercados.
Los analistas esperan que el impacto del pleno esté a la altura de los celebrados en 1978, que señalaron el inicio de la política de reformas del gigante asiático, y 1993, en la que se adoptó finalmente la economía de mercado. El pleno que comienza este sábado llega en un momento en el que los pronósticos oficiales apuntan a que el PIB de China crecerá un 7,5% en 2013, su ritmo más débil de expansión en 23 años, ante la moderación de sus exportaciones por la frágil demanda mundial.
El Gobierno chino ha reconocido en ocasiones anteriores que una cierta desaceleración del ritmo de crecimiento permitirá dar cabida a una reorganización de la economía para asegurar que el crecimiento futuro sea más limpio, más sostenible, menos dependiente de la inversión y más apoyado por el consumo. Por ello, absolutamente todas las reformas que se anuncien estarán encaminadas a alcanzar la estimación de crecimiento económico de al menos el 7,2% formulada esta semana por el primer ministro del país, Li Kequiang.
Todo ello preservando la identidad nacional. Suceda lo que suceda en el encuentro, el PCCh se ha negado rotundamente a cualquier reforma política que pueda poner en peligro su dominio en el poder y ha asegurado que no seguirá la senda de la política occidental, según ha informado este viernes el periódico oficial del Comité Central del partido, el 'Diario del Pueblo'.
TRANSFORMACIÓN URBANA
Una de las principales reformas que se adoptarán es la que afectará a la transformación urbana en la que el país lleva inmerso durante los últimos 35 años. En 1979, solo un 17,9 por ciento de la población vivía en la ciudad. En 2012, el porcentaje era de un 52,6 por ciento. Este movimiento va acompañado de un sustancial crecimiento de la renta per capita, desde los 45 euros de entonces a los 4.500 euros de hoy en día.
Sin embargo, solo un 27 por ciento de la población cuenta con un permiso de residencia urbana, los 'hukous', que les hacen acreedores a los beneficios sociales. El objetivo del pleno, se apunta desde el 'China Daily', será el de poner fin a la "división artificial entre el campo y la ciudad" a través de una reforma para coordinar la actuación de los ministerios y de los gobiernos locales y para encontrar el dinero suficiente que extiendan los beneficios sociales a la mayor cantidad posible de residentes urbanos.
Ese dinero no solo se obtendría a través de nuevos impuestos --que tienen como objetivo adicional la reducción de la burbuja inmobiliaria--, sino también gracias a una modificación de la ley de propiedad que concederá a los agricultores el derecho a beneficiarse del aumento del valor de la tierra a la hora de vender sus propiedades.
Esta transformación podría tener a corto plazo un importante impacto sobre el oro. "La expansión del impuesto sobre la propiedad", apunta la presidenta de China Research, Miranda Carr, "podría hacer que la gente estuviera menos predispuesta a invertir en terrenos, por lo que el oro sería una alternativa bastante clara".
FORTALECIMIENTO FISCAL
"Los beneficios fiscales en China proceden fundamentalmente de impuestos indirectos", apunta el director general para Asia del Banco de Desarrollo Asiático (BAD), Ayumi Konishi, "y los impuestos favorecen al sector manufacturero en detrimento del sector servicios".
La crisis económica mundial ha afectado duramente las exportaciones de China, que este año han descendido por primera vez desde 2009 (un -3,1% interanual, según cifras de la Administración General de Aduanas), por lo que los expertos recomiendan ampliar los ámbitos donde aplicar impuestos, incluyendo el medio ambiente --"un impuesto 'verde' permitirá un modelo de crecimiento", según el BAD--.
Los analistas también recomiendan nuevas políticas que fortalezcan la "economía real". "El sistema financiero del país se basa en los préstamos bancarios en detrimento del apoyo a la investigación y al desarrollo, a los servicios y la pequeña y mediana empresa", destacó la investigadora del Centro de Información Estatal, Zhang Monan.
Además, el país sigue sin dar salida a la totalidad de su colosal conjunto de activos extranjeros --China es el principal acreedor de Estados Unidos, con deuda norteamericana por un valor aproximado de un billón de euros-- por la pobre estructuración de su economía, un problema que el Tercer Pleno debería corregir.
CONSERVAR LA IDENTIDAD
Sea cual sea el resultado del Tercer Pleno, el Instituto de Investigación Histórica del partido ha hecho hincapié en que "China sólo puede prosperar bajo la dirección del partido", según el diario oficial. "El partido defenderá su liderazgo ante aquellos que predican la copia indiscriminada del sistema occidental", ha asegurado.
Así, el PCCh continuará en su "camino de socialismo con características chinas, sin caminar por la senda cerrada y rígida ni tomar el mal camino de cambiar nuestras banderas y consignas". El partido ha asegurado ninguna de las reformas económicas guardarán parecido a las llevadas a cabo por "los sistemas políticos occidentales".
Los expertos sí creen que parte de estas reformas tienen inspiración occidental, pero también coinciden en que China es una experiencia económica única en el mundo. Fuentes del Comité Central consultadas por el 'China Daily' hablan de un "rediseño de arriba a abajo" que, con el paso del tiempo, acabará madurando en un modelo económico exclusivo del país y cuyas líneas definitivas serán concretadas a partir de este fin de semana.