DILI 29 May. (EP/AP) -
El presidente de Timor Oriental, Xanana Gusmao, pidió hoy a los manifestantes violentos que llevan una semana asolando Dili que pongan fin a sus ataques, mientras los soldados 'rebeldes' cuyo despido ocasionó la reciente oleada de protestas anunciaron hoy que han ofrecido iniciar conversaciones de paz.
El mayor Agosto De Araujo, uno de los líderes de este grupo de soldados, anunció hoy que un enviado rebelde le transmitió ayer a Gusmao el mensaje de que están dispuestos a abrir negociaciones de paz. "Estamos dispuestos a ser llamados a la mesa de negociaciones en cualquier momento", dijo De Araujo por teléfono a AP.
Gusmao, ex guerrillero, líder de la independencia y la figura más respetada de Timor Oriental, se dirigió a la multitud de manifestantes que se congregó ante el edificio del Gobierno, donde el primer ministro, Mari Alkatiri, y su gabinete, mantuvieron reuniones de crisis, en medio de acusaciones de la multitud que pedía su dimisión.
"Dejad de luchar, calmaos", les pidió el presidente. "No toméis las armas, no queméis casas, dejad de dividir a la nación", añadió, mientras siguen las denuncias de testigos de que continúan los asaltos y quemas de casas a cargo de turbas de descontentos, y que bandas armadas con machetes están aterrorizando a la ciudad.
En la última semana han muerto al menos 27 personas debido a la oleada de violencia que, según el primer ministro, es un complot para derrocarle. El origen de los enfrentamientos está en el despido, el pasado marzo, de unos 600 soldados --el 40% del Ejército-- que han amenazado con empezar una guerra de guerrillas.
Por su parte, el enviado de la ONU advirtió hoy de que son necesarias más tropas extranjeras para garantizar la paz. Las tropas australianas, que llegaron la semana pasada, han visto reforzado su mandato y pueden detener a gente y presentar cargos en virtud de las leyes locales.
Según el primer ministro australiano, John Howard, los 1.300 efectivos enviados por este país afrontan ahora más peligros que cuando fueron hace siete años, con motivo de la independencia del país. "Están haciendo frente a muchas bandas dispersas e incontroladas. El problema fundamental de Timor Oriental es que el país no ha estado bien gobernado", dijo en declaraciones a la cadena ABC.