TEL AVIV/MADRID, 30 Ene. (EUROPA PRESS) -
Después de casi un año sin sufrir la sacudida de una bomba en sus fronteras, la pequeña ciudad israelí de Eilat era ayer el escenario del primer ataque suicida palestino cometido desde abril. El objetivo de Mohammed Faisal al Siksek, de 21 años de edad y nacido en Gaza, fue una cafetería de la ciudad, situada al Sur de Israel, muy cerca de las fronteras con Jordania y Egipto, en el golfo de Aqaba. Los tres civiles muertos como consecuencia del ataque pusieron a Israel en estado de máxima alerta y provocaron la reacción inmediata del ministro de Defensa, Amir Peretz, que ordenó intensificar los esfuerzos contra las facciones palestinas.
"Al parecer entró en la cafetería con una mochila o con un cinturón de explosivos y se inmoló dentro del local", explicaba a la radio castrense israelí un oficial de la Policía hebrea desde el terreno. El primer ministro, Ehud Olmert, explicó que su Gobierno estudiará el incidente "y trazaremos las conclusiones para ordenarle a nuestros oficiales que continúen con la guerra sin respiro contra los terroristas y sus comandantes".
Mohammed Faisal al Siksek, de 21 años y nacido en la Ciudad de Gaza, entró, según informaciones de 'Haaretz', por la frontera egipcia y llevaría en Israel una semana, después de haber entrado a pie en Eilat. Sin embargo, un miembro de Hamas aseguró más tarde que el suicida se preparó hace más de siete meses, que partió de Cisjordania y entró en Israel a través de Jordania, extremo que ha negado el Gobierno de este país.
El ataque, que causó la muerte inmediata de tres civiles que se encontraban en el lugar, fue reivindicado en un principio por una facción palestina que se autodenominó el 'Ejército de Creyentes', aunque poco después tanto Hamas como los Mártires de Al Aqsa asumieron también la autoría. Khaled al Batsh, un histórico de Hamas alegó que la bomba es "una respuesta natural a los continuos crímenes del enemigo sionista".
COMBATIR EL TERRORISMO
Tras casi un año sin ataques de este tipo en territorio israelí, el ministro de Defensa hebreo optó por la vía dura para responder al ataque palestino. Peretz consideró el suceso "un incidente muy serio" y "escalada" en la ofensiva palestina. El viceministro de Defensa, Ephraim Sneh y el jefe del Estado Mayor del 'Tsahal' Dan Halutz participaron en una reunión a puerta cerrada con Peretz, así como varios veteranos oficiales y parte de los servicios de inteligencia.
Según 'Haaretz', el ministro de Defensa parecía convencido de que Israel debía hacer todo lo que estuviera en su mano para conservar el alto el fuego con la Franja de Gaza declarado muchos meses atrás, pero no permanecerá inmóvil ante los ataques que sufran los ciudadanos. "He hablado con el primer ministro y estamos de acuerdo en que hay que actuar inmediatamente", afirmó Peretz, que dio por hecho que el suicida venía de la Franja de Gaza.
Mientras, Olmert se comprometió con los ciudadanos israelíes a "continuaremos luchando contra los terroristas y aquellos que los envían". Por su parte, la ministra de Exterior, Tzipi Livni aseguró en un comunicado que el Gobierno actuará en la dirección que cree mejor "para la seguridad de los israelíes". "Israel ha mostrado sus intenciones de dar a los palestinos una oportunidad, de luchar contra el terror y detener los ataques", ya que, "los palestinos han fallado en su misión de detenerlos".
