El Museo Nacional de Bardo
ANIS MILI / REUTERS
Publicado: miércoles, 10 enero 2018 6:16

MADRID, 10 Ene. (EUROPA PRESS) -

Un tribunal de Túnez ha aplazado este martes hasta el 5 de junio los juicios por los atentados del Museo del Bardo y la playa de Susa, ejecutados en marzo y junio de 2015 y que se saldaron con más de 60 muertos.

El portavoz del Tribunal de Primera Instancia de Túnez, Sofiene Selliti, ha indicado que el tribunal ha rechazado las peticiones presentadas por los abogados de la defensa, sin dar más detalles al respecto, según ha informado la agencia estatal tunecina de noticias, TAP.

En el caso del atentado en el Museo del Barco hay un total de 25 acusados, 21 de los cuales se encuentran detenidos, mientras que en el de la playa de Susa hay 26 acusados, 16 de los cuales se encuentran detenidos.

El atentado en el museo fue perpetrado el 18 de marzo de 2015 por dos hombres armados intentaron entrar en el Parlamento y, al no conseguirlo, irrumpieron en el museo tras matar a un policía.

Una vez dentro, mataron a 22 personas --entre ellas 21 turistas, dos de ellos españoles-- antes de ser tiroteados por la Policía.

El ataque fue perpetrado un mes antes de un segundo atentado en un complejo turístico de la localidad de Susa, en el que murieron 38 turistas extranjeros --entre ellos 30 británicos--.

En noviembre de ese mismo año, doce miembros de la Guardia Presidencial murieron en un atentado con bomba en la capital. El grupo yihadista Estado Islámico reclamó la autoría de los tres atentados.

Estos atentados llevaron a las autoridades a imponer el estado de emergencia, que ha sido prorrogado desde entonces y sigue en vigor. Pese a que está considerada como una medida excepcional, Túnez ha estado bajo el estado de emergencia durante tres años y medio desde el derrocamiento de Zine el Abidine ben Alí en enero de 2011.

El estado de emergencia da poderes excepcionales a las fuerzas de seguridad, permitiendo, entre otras cosas, limitar el movimiento de la población o prohibir manifestaciones o huelgas susceptibles de derivar en desórdenes.

Desde el levantamiento popular de 2011 contra Ben Alí, la democracia tunecina ha sido vista como un modelo para la región, pero los milicianos islamistas son uno de los mayores retos para las autoridades.

Más de 3.000 tunecinos se han sumado a la lucha de Estado Islámico en Siria y en Irak, lo que ha hecho saltar todas las alarmas en Túnez ante la posibilidad de un retorno que tendría Libia como paso intermedio.

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