SANÁ, 7 Jul. (Reuters/EP) -
Un tribunal yemení sentenció a muerte a tres rebeldes de una secta musulmana chií después de declararlos culpables por el fallecimiento de cientos de personas en los enfrentamientos con el Ejército en 2008. El tribunal de seguridad estatal también sentenció a diferentes períodos de cárcel, entre cinco y 15 años, a otros seis rebeldes acusados de intentar instaurar un gobierno islámico chií, y por tomar parte en estos enfrentamientos.
Cientos de personas han muerto y miles han huido de sus hogares por las batallas entre las fuerzas gubernamentales y los rebeldes en el norte del país, unos enfrentamientos con intensidad intermitente desde 2004.
El mismo tribunal sentenció ayer a siete rebeldes también a la pena capital y condenó a la cárcel a otros cinco con sentencias superiores a los 15 años. En julio de 2008, el presidente yemení, Ali Abdulá Saleh, afirmó que los enfrentamientos con los rebeldes, conocidos como los houthis, habían finalizado y que el diálogo reemplazaría a las batallas.
Los rebeldes pertenecen a la secta chií de los Zaydi y están liderados por Abdul Malik al Houthi. Responsables gubernamentales dicen que los rebeldes quieren restaurar una forma de gobierno clerical que prevaleció en Yemen hasta la década de los sesenta. Los rebeldes quieren la apertura de escuelas zaydies y se oponen a la alianza del Gobierno con Estados Unidos, además de afirmar que están defendiendo sus aldeas contra la opresión gubernamental.
Los musulmanes suníes forman la mayoría de la población de Yemen, que se estima en 19 millones, mientras que la mayor parte del resto son chiíes zaydies. Uno de los países más pobres fuera de África, Yemen también está luchando contra una campaña de violencia por parte de la red terrorista Al Qaeda, además de la escasez de recursos, el desempleo, la corrupción, y una comunidad cada vez mayor de refugiados somalíes.
