Las tropas que Australia envió para frenar al Estado Islámico no han llegado a Irak por cuestiones legales

Actualizado: jueves, 2 julio 2015 16:56

SIDNEY, 15 Oct. (Reuters/EP) -

El primer ministro australiano, Tony Abbott, ha denunciado este miércoles que los 200 miembros de las fuerzas especiales australianas que habían enviado para hacer frente al Estado Islámico no han podido entrar en Irak porque las autoridades no les han ofrecido la debida protección legal.

Según ha explicado Abbott, al no haberse llegado a un acuerdo sobre la situación legal de los soldados y su protección, las tropas australianas continúan esperando en Emiratos Árabes Unidos para poder entrar en Bagdad y comenzar su misión de "asesoramiento y asistencia" al Ejército iraquí.

Aun así, ha dicho que confía en que se llegue a un acuerdo porque no está muy claro por qué las negociaciones han durado tanto tiempo. "Le dejé muy claro hace un par de semanas al primer ministro que estábamos dispuestos a ayudar", ha recordado Abbott en referencia al primer ministro iraquí, Haider al Abadi.

"He dejado muy claro que nuestras fuerzas especiales están listas para ir y que pueden ayudar mucho en Irak. Pero sólo debo desplegar nuestras fuerzas con las protecciones legales adecuadas", ha añadido

Los primeros aviones australianos llegaron a Irak a principios de este mes para unirse a la coalición liderada por Estados Unidos con el objetivo de frenar el avance de los islamistas radicales. En los últimos días, el Estado Islámico ha conseguido parte del control de Kobani, en el norte de Siria y cerca de la frontera con Turquía, y de nuevos emplazamientos en Irak.

Tanto Estados Unidos como Reino Unido y Alemania tienen ya tropas trabajando sobre el terreno iraquí sin los acuerdos o garantías legales que está exigiendo Australia para sus soldados.

POLÍTICAS IMPOPULARES

El presidente estadounidense, Barack Obama, se reunió el martes con los líderes militares de 20 países, entre ellos, Australia, Turquía y Arabia Saudí en medio de una creciente presión hacia la coalición que todavía no ha conseguido detener el avance del Estado Islámico.

Abbott ha sido uno de los partidarios más firmes de Washington en la acción militar en Irak y ha colaborado en el suministro de armas a los rebeldes kurdos que están luchando en contra los yihadistas. De hecho, con frecuencia ha definido al Estado Islámico como un grupo de "culto a la muerte" y una clara amenaza existencial para Occidente.

Desde que asumiera el cargo de primer ministro en 2013, sus decisiones en política exterior han sido tildadas de "estridentes", mientras que lucha para promulgar una agenda política interna impopular de grandes recortes en ámbitos como la Seguridad Social, por lo que ha asistido a una caída sin precedentes de sus índices de popularidad.

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