La prensa turca desvela una conversación telefónica entre un policía y uno de los principales imputados minutos después del crimen
ESTAMBUL (TURQUÍA), 1 (Del corresponsal de EUROPA PRESS, Ildefonso González)
Cientos de personas se manifestaron a las puertas del tribunal de Estambul (Turquía) donde se reinició hoy el juicio por el asesinato del periodista turco de origen armenio Hrant Dink para reclamar un proceso justo y transparente que permita que se conozca a los culpables del crimen, entre los que podrían figurar las fuerzas de seguridad turcas.
"Todos somos armenios. Todos somos Hrant Dink" o "Todos somos testigos. Reclamamos justicia" eran algunos de los lemas que se podían ver en la manifestación que tuvo lugar esta mañana a las afueras del Juzgado de lo Penal número 14 de Estambul, donde se había desplegado un gigantesco operativo judicial.
Mientras, dentro del tribunal se desarrollaba a puerta cerrada la segunda sesión de uno de los juicios más controvertidos de los últimos años en el país euroasiático ya que, para la mayoría de los analistas, se trata incluso de una prueba sobre el estado de la democracia en Turquía y sus posibilidades de entrar en la Unión Europea (UE). Un total de 19 sospechosos del asesinato comparecieron hoy ante el juez.
El director de la revista 'Agos' fue abatido a tiros el pasado 19 de enero en Estambul. Hrant Dink era un afamado periodista que no había dudado en criticar tanto el ultranacionalismo turco como el comportamiento de determinados grupos armenios.
Su postura sobre el genocidio armenio cometido por el Ejército otomano entre 1915 y 1917 le costó una condena a seis meses de cárcel por "insultos a la identidad turca", en virtud del polémico artículo 301 del Código Penal; no obstante, el cumplimiento de la pena se encontraba en suspenso en el momento de su muerte.
La noche del mismo día del crimen era detenido su presunto autor, el joven de 17 años Ogün Samast. Posteriormente se produjo el arresto de Yasin Hayal y Erhan Tuncel como presuntos instigadores de los hechos. La Fiscalía ha pedido la cadena perpetua para estos dos últimos, entre 8 años y medio y 18 años de prisión para Samast, y entre 22 y 35 años para cinco acusados de "ayudar en la comisión del asesinato" y "pertenencia a banda armada".
La muerte de Dink ha estado envuelta en la polémica desde el principio tanto por la inacción de las autoridades turcas a la hora de garantizar su seguridad como por la posible implicación de alguna fuerza política en el crimen.
Según las investigaciones, Erhan Tuncel había sido informador de la Policía y la Gendarmería turcas; de hecho, a lo largo de 2006, puso en conocimiento de sendos cuerpos de seguridad hasta en 17 ocasiones que se estaba preparando el asesinato del reconocido periodista de origen armenio.
Un informe encargado por el Ministerio turco del Interior confirmó a finales del pasado marzo que las fuerzas de seguridad nacionales actuaron "negligentemente" en el 'caso Dink', por lo que recomendó veladamente la destitución del jefe de la Policía de Estambul, Celalettin Cerrah.
Con anterioridad, varios altos responsables habían sido apartados de sus puestos, desde el gobernador y el jefe de la Policía de Trebisonda, hasta diez agentes que participaron directa o indirectamente en un polémico vídeo en el que Ogün Samast era tratado como un héroe en el momento de su detención. Asimismo, fue destituido el jefe de Inteligencia de la Policía de Estambul, Ahmet Ilhan Güler, tras reconocer que no había notificado a sus superiores el peligro que corría la integridad física del reportero.
NUEVAS REVELACIONES
Los medios de comunicación locales hicieron este fin de semana nuevas e interesantes revelaciones que implicarían de nuevo a las fuerzas de seguridad en el crimen. Primero varias cadenas de televisión, y después la prensa, airearon la grabación de una conversación telefónica entre Tuncel y el policía de Trebisonda Muhittin Zenit una hora y 44 minutos después del asesinato de Dink.
En la conversación el agente adelanta el nombre del presunto asesino y un gran número de detalles sobre los hechos. Según la prensa turca, Zenit había reconocido ya en abril ante los inspectores del Ministerio del Interior que telefoneó a Tuncel el mismo 19 de enero, pero que lo hizo a instancias de sus superiores para conseguir que el informante "cantara". El Gobierno turco ya ha abierto una investigación al respecto.
"Está claro que Dink murió víctima de un asesinato supervisados por altos funcionarios estatales", denunció hoy el columnista del diario 'Milliyet' Derya Sazak. Mientras, una de las abogadas de la familia del periodista, Fethiye Çekin, declaró en una entrevista al rotativo 'Radikal' que algunos policías estaban ocultando pruebas críticas sobre el crimen.
"Al principio, el Gobierno emprendió pasos decisivos para solucionar el asesinato, pero después vaciló a la hora de ir más lejos con la investigación", criticó.