El primer ministro reitera su deseo de entrar en la UE y reclama a Sarkozy que supere sus "prejuicios"
ESTAMBUL (TURQUIA), 15 May. (Del corresponsal de EUROPA PRESS, Ildefonso González) -
El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, aseguró hoy que defiende la laicidad del Estado turco y que la formación islamista moderada que lidera y gobierna en este país desde 2002, el Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), "no es un partido religioso".
"Soy laico en el sentido de que defiendo la laicidad del Estado", estimó Erdogan en el congreso anual del Instituto Internacional de Prensa (IPI, por sus siglas en inglés) que terminó esta tarde en Estambul. Al respecto, y recordando las multitudinarias manifestaciones celebradas en Ankara, Estambul y Esmirna durante el último mes, el primer ministro valoró que sería un "error" oponer el Islam a la laicidad.
"La República de Turquía es un Estado democrático, laico, social y de derecho, y así seguirá. Nadie puede hacer concesiones sobre estos preceptos, y éste es el mensaje común de todas las manifestaciones (...) Estamos en contra de utilizar la religión con fines políticos. En este sentido, el secularismo no puede ser explotado tampoco para obtener réditos políticos. Siempre hemos visto el laicismo como una garantía de nuestro estilo de vida", apostilló.
Por otra parte, Erdogan reiteró las bondades de la candidatura de su país a la Unión Europea (UE). En este sentido, argumentó que Turquía es sinónimo de "prosperidad y estabilidad en una geografía cambiante donde los choques y las incertidumbres prevalecen". Al mismo tiempo, recordó que, junto a España, patrocina ante la ONU la iniciativa de la Alianza de Civilizaciones.
OBJETIVO: ENTRAR EN LA UE
"El proyecto de integración de Turquía en la Unión Europea (UE) es el mayor proyecto de paz global del siglo XXI", manifestó el primer ministro, asegurando que aunque pueda haber "altibajos" en su camino hacia la UE, Turquía está "resuelta a superar todos los problemas".
"Lo que sería importante es que Turquía viera la misma decisión por parte de los países europeos. Turquía tiene que ocupar su lugar en la Unión Europea si se quiere establecer una alianza entre civilizaciones", subrayó.
Por ello, recomendó al presidente electo francés, Nicolas Sarkozy, que ponga a un lado su hostilidad hacia la entrada de Turquía en la UE. En caso contrario, podría contribuir a alimentar el euroescepticismo en Turquía y dañar las relaciones bilaterales, afirmó. "El señor Sarkozy debería superar sus prejuicios (*) Si queremos unir civilizaciones en el seno de la UE, si decimos que la UE no es un club cristiano, entonces el señor Sarkozy debería revisar sus opiniones", consideró.
ARTÍCULO 301
Erdogan también tuvo tiempo para referirse a múltiples cuestiones de la actualidad turca, como la posibilidad de modificar el polémico artículo 301 del Código Penal, que establece penas de hasta tres años de cárcel por insultos a la "turquidad" (identidad nacional turca). "Si se hace una oferta razonable, podemos trabajar sobre ella", dijo, adelantando que había abordado el asunto con diferentes actores de la sociedad civil.
La UE ha instado en repetidas ocasiones al Gobierno turco a modificar dicho artículo en la medida en que considera que constriñe el derecho a la libertad de expresión en este país. "El 301", como se le conoce en Turquía, fue el que se aplicó para procesar al premio Nobel de Literatura Orhan Pamuk o al desaparecido periodista de origen armenio Hrant Dink.
Finalmente, respecto a las elecciones legislativas anticipadas del próximo 22 de julio, Erdogan anotó que el AKP podría obtener unos resultados incluso mejores que los de 2002, cuando se hizo con una mayoría absoluta en el Parlamento. De hecho, un sondeo realizado por ANAR y difundido hoy por la prensa reveló que este partido islamista conseguiría un 38,3% de los votos, cuatro puntos más que hace cinco años.
