MADRID 8 Mar. (EUROPA PRESS) -
El primer ministro de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha pedido este jueves que la liberación por parte del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) de los soldados y oficiales turcos que mantiene en su poder "no se convierta en un espectáculo".
"No queremos experimentar un segundo 'Habur'. Queremos que esta liberación acabe de forma exitosa sin dañar el proceso de paz", ha dicho Erdogan, en referencia al 'incidente Habur', en 2009, según ha informado el diario turco 'Hurriyet'.
El mismo se produjo cuando Ankara aceptó que ocho miembros del PKK y 28 refugiados kurdos del campamento de Majmour, ubicado en las montañas de Kandil, en el norte de Irak entraran en el país.
Sin embargo, la comitiva fue interrumpida por una bienvenida masiva en el puesto fronterizo de Habur, lo que fue interpretado por el Gobierno como una muestra de fuerza, desatando un intercambio de acusaciones que acabó por provocar el fin del proceso de paz que se abordaba en ese momento.
El miércoles, el presidente del comité ejecutivo de la Unión de Comunidades Kurdas (KCK), Murat Karayilan, anunció que el PKK está dispuesto a liberar, en el plazo de una semana, a los soldados y oficiales turcos que mantiene en su poder a fin de facilitar el actual proceso de diálogo con el Gobierno de Ankara.
"La liberación de los prisioneros supondrá un paso significativo por nuestra parte en el actual proceso de conversaciones", agregó. Los prisioneros podrían ser entregados a una delegación del Partido por la Paz y la Democracia (BDP), la principal formación política legal kurda de Turquía, o a las organizaciones no gubernamentales "relevantes", ha precisado.
La KCK es una entidad creada por influencia del propio Ocalan con la misión de coordinar ideológicamente a todas las organizaciones afines o pertenecientes al PKK y de fomentar el debate interno entre los partidarios de la independencia y los defensores de una amplia confederación autónoma de los kurdos de Turquía, Irak, Siria e Irán.
El PKK, considerado como grupo terrorista por Estados unidos y la Unión Europea, comenzó en 1984 una guerra de guerrillas y diversos ataques terroristas contra las fuerzas de seguridad turcas y ciudades del país en los que han muerto 40.000 personas.
Los combates se centran principalmente en la región montañosa fronteriza con Irak e Irán, aunque el PKK ha llevado a cabo atentados en otros puntos del país.
Históricamente, los ataques del PKK contra las fuerzas de seguridad turcas se han centrado en el sureste del país, que forma parte del territorio histórico del Kurdistán, que se extiende entre Turquía, Siria, Irak e Irán, así como una pequeña área de Armenia.