LAS PALMAS 18 Jul. (EP/IP) -
El delegado del Gobierno central en las Islas Canarias, José Segura, anunció hoy que la Agencia Europea de control de Fronteras Exteriores (Frontex) empezó esta mañana a operar en Canarias con el fin de frenar la inmigración irregular hacia el Archipiélago y advirtió que su despliegue en nuestra comunidad autónoma llevará su tiempo, por lo que sus efectos positivos al respecto no serán inmediatos.
Explicó que "el Frontex es un organismo de la Unión Europea UE) creado hace tres años que hasta ahora no había llevado a cabo ninguna acción conjunta para la lucha contra la inmigración irregular" y destacó que la reciente visita a Bruselas de la vicepresidenta del Ejecutivo estatal, María Teresa Fernández de la Vega, al comisario europeo de Seguridad y Justicia, Franco Frattini, contribuyó a convencer a las altas instancias comunitarias de que Frontex "instalase una unidad en Canarias".
El delegado comentó que Frontex en las Islas "realizará labores de coordinación, no sólo con embarcaciones que patrullen el litoral africano, sino sobre todo para algo relevante, que es la coordinación de la información policial de las policías de los distintos países que hasta ahora no circulaba adecuadamente" y reseñó que "los resultados se irán viendo" con el paso del tiempo.
Recordó que "ello implica la instalación de enlaces policiales de los distintos países" de la UE a través de un "potente sistema informatizado de interconexión y de transmisión de información", y adelantó que en las próximas semanas llegarán embarcaciones de varios estados miembros de la UE "de forma creciente que vendrán a patrullar junto a aeronaves y sistemas de satélites para el control de las aguas".
Segura dijo que "para que no nos llevemos a engaño, ello no quiere decir que a partir de hoy dejarán de llegar los cayucos" a las costas isleñas "porque hay que ser conscientes, sensatos y realistas" sobre el plazo de tiempo prudencial que se requiere para que el trabajo de Frontex sea visible a ese respecto y añadió que "la realidad es que controlar miles de kilómetros de litoral" del continente vecino "resulta muy duro, y además una vez que los cayucos estén en la mar y hayan salido de las aguas jurisdiccionales del país del que hayan zarpado, no hay otra alternativa que auxiliarlos y llevarlos a tierra".