BRUSELAS 16 Jul. (EUROPA PRESS) -
La ministra de Agricultura, Elena Espinosa, pidió hoy que la reforma del vino permita un "modelo mixto" de convivencia entre los caldos de alta calidad con denominación de origen y los vinos de mesa y reclamó además "periodos transitorios" antes de suprimir definitivamente las ayudas a la destilación para permitir al sector del mosto y de los licores ir adaptándose a la normativa.
Espinosa hizo estas declaraciones a la entrada de la reunión del Consejo de Agricultura que discutirá por primera vez la propuesta legislativa de la Comisión para la reforma del vino, que contempla el arranque de 200.000 hectáreas de viñedo y la supresión de las ayudas a las destilaciones de crisis y de uso de boca y de las subvenciones al mosto.
La ministra de Agricultura consideró que Bruselas ha dado un "gran paso" al reducir de 400.000 a 200.000 hectáreas la superficie de viñedos que debe desaparecer de la UE. "Siempre decíamos que no podía ser el eje de la reforma, que nosotros en España admitíamos un arranque siempre que fuera voluntario, que respetara criterios medioambientales y eso ha sido tenido en cuenta por la comisaria a la hora de esta reforma", señaló.
También recalcó que, según la propuesta legislativa, "cada uno de los Estados miembros o comunidades autónomas podrá blindar aquellas zonas que puedan tener un impacto medioambiental fuerte".
Su principal objetivo durante las negociaciones será "tratar de que la reforma no se produzca de un día para otro y que tengamos periodos transitorios que permitan al sector del mosto o al sector de los alcoholes de uso de boca irse adaptando a la normativa".
Asimismo, Espinosa insistió en que defenderá "el modelo mixto que creemos que puede ser compatible en toda Europa de lo que son nuestras denominaciones de origen y el resto de los vinos que no están en denominaciones de origen".
A su juicio, en las negociaciones de la reforma del vino se puede lograr hacer compatibles los intereses de las diferentes comunidades autónomas españolas productoras. En este sentido, explicó que en todos los bienes de consumo, como "ropa, automóvil, electrodomésticos o vivienda", siempre hay "una marca de altísima calidad" y otra que "reúne una serie de requisitos de calidad, de prestaciones, de usos y que sin embargo no es marquista". "Eso mismo podemos aplicarlo al vino", remachó.
Por su parte, el ministro portugués de Agricultura y presidente de turno del Consejo, Jaime Silva, señaló que la propuesta de la Comisión es una "buena base de trabajo" para las negociaciones, aunque cuestionó alguno de sus contenidos, especialmente la liberalización de los derechos de plantación a partir de 2014.
Silva reiteró que su objetivo es alcanzar un acuerdo político sobre la reforma a finales de diciembre, una vez que se haya pronunciado la comisión de Agricultura de la Eurocámara. El texto definitivo no podrá aprobarse en todo caso hasta febrero de 2008 porque sólo entonces el pleno del Parlamento Europeo votará su dictamen.